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Una negligencia complica sus posibilidades de ser madre al pegarle el útero por dentro: "Soy joven, quiero tener familia"

Una operación aparentemente sencilla termina en desastre. Tras varios meses de dolores y secuelas, descubre que le pegaron el útero a las paredes abdominales y todavía está en busca de una solución que le quite las molestias.

Hace 11 años, Carmen sufrió una negligencia médica y terminó con el útero pegado por dentro. Pese a que entró a quirófano para extirparse un ovario poliquístico, los médicos usaron demasiado pegamento y no limpiaron bien la zona.

La joven, de tan solo 34 años, volvió al médico tras varios años de dolor en la zona. Fue entonces cuando confirmaron que su útero estaba pegado por dentro a las paredes abdominales.

Sus posibilidades de ser madre se redujeron automáticamente y, a día de hoy, sigue sufriendo dolores constantes. Pese a que ha luchado por una compensación económica de 85.000 euros por daños y perjuicios, ella solo quiere volver a su vida.

Carmen fue intervenida por primera vez para quitarle un quiste, y en ella le pusieron un pegamento adhesivo para evitar que hubiera sangrado. Sin embargo, lo dejaron dentro, se secó y todas las paredes intestinales quedaron pegadas.

De esto se dieron cuenta en la segunda intervención, y durante el tiempo que pasó entre una y otra ella pasó por muchos dolores, se le hinchaba la barriga y todo le sentaba mal. "Aún sigo pegada por dentro", ha explicado, y está esperando una solución para al menos poder hacer vida.

Los médicos que le hicieron la primera intervención no le han dado una respuesta. Ella sigue con la esperanza de poder tener una familia. "Soy joven, quiero tener familia", ha dejado claro.

Hoy depende de multitud de medicamentos y no ha conseguido recuperar la normalidad. Como ella, son muchos los casos de negligencias médicas que han cambiado vidas por completo, como fue el caso de Gloria.

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