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Las lágrimas de Marta, la abuela que pide justicia por la muerte de su nieto de 8 años a causa de una negligencia médica

Marta ha luchado durante tres años para que el fallecimiento de su nieto por una negligencia médica no caiga en el olvido. Acudió en cinco ocasiones al hospital, pero no le diagnosticaron correctamente la peritonitis que padecía, por lo que murió.

Marta es la abuela de Aitor, un niño de apenas 8 años que falleció por peritonitis después de que los médicos no lo diagnosticaran correctamente.

Cuando Aitor se puso malo era sábado, por lo que lo llevaron a urgencias, de donde lo derivaron al hospital. "Allí le diagnosticaron una gastroenteritis aguda", ha asegurado, y que remitiría en unos días, además de darle una medicación para frenar los vómitos.

"Me arrebataron las sonrisas, los besos, la alegría"

Marta, la abuela de Aitor

La segunda vez que fueron a urgencias no le hicieron ninguna prueba e incluso cuando le dijeron que se tumbase boca arriba, el pequeño le dijo que no podía porque le dolía mucho el estómago. Los dolores continuaban, así que volvieron al hospital.

"Me dijeron que le iban a poner medicación, pero no me dijo que con ella también le iba a quitar la vida a mi hijo", ha explicado. De repente, se le quitó el dolor y empezó a beber agua. Quiso ir a hacer pipí, pero no podía. Marta lo llevó al baño y de pronto se derrumbó en el suelo.

Los sanitarios de la UCI se llevaron las manos a la cabeza cuando supieron qué medicamento le habían dado al pequeño. Y es que esta medicación está prohibida para menores de 12 años.

Los hechos ocurrieron en octubre de 2020, y desde entonces Marta ha luchado para que la muerte de su nieto no caiga en el olvido. "Esto es todo lo que me arrebataron, las sonrisas, los besos, la alegría", ha explicado.

Las dos médicos responsables de la negligencia van a sentarse en el banquillo acusadas de homicidio imprudente, enfrentándose a una pena de hasta 4 años de prisión.

Además de que se haga justicia, ella quiere que su caso sea un referente para otros. "Se puede pedir justicia por lo penal", ha dicho.

Por parte de los organismos médicos, Marta no ha recibido ninguna explicación ni ningún perdón por parte de nadie. "Una de las imputadas sigue trabajando y tengo que cruzarme con ella", ha dicho. Ante esto, la solución que le dieron es que ella se cambiara de ambulatorio.

Marta, nos ha contado, además, cómo era la relación con su nieto. Y es que ella era la tutora legal del pequeño, por tanto, era como su madre, ya que ella lo crió porque su hija era muy joven cuando lo tuvo.