Exclusiva
Las imágenes inéditas de la boda de Paquirri e Isabel Pantoja, celebrada hace 41 años en Sevilla
En Y ahora Sonsoles hemos visto imágenes nunca antes vistas de la ceremonia y de este día tan especial en el que, después de dos años de noviazgo, la tonadillera y el torero se dieron el 'sí, quiero'. La artista también ha recordado este día mandando unas flores al mausoleo del diestro.
La boda de Paquirri e Isabel Pantoja fue todo un acontecimiento que inundó periódicos y revistas. En Y ahora Sonsoles hemos visto algunas imágenes inéditas de aquel día inolvidable, como una de una guapísima Isabel Pantoja en Cantora, vistiéndose de novia con un precioso vestido de raso y tul y su larga melena suelta.
Mientras, Paquirri hacía lo propio en el hotel Alfonso XIII de Sevilla. En una imagen le hemos visto recibiendo un cariñoso beso de su padre y padrino, Antonio Rivera. Ya listos para ir a la iglesia, sus hijos Francisco y Cayetano, que llevaban las arras y anillos, tenían un gesto de lo más simpático.
La expectación era tal que a Paquirri le costó llegar en su coche de caballos hasta la iglesia de Jesús del Gran Poder.La ceremonia religiosa fue muy emotiva y dejaba imágenes como la de los novios de rodillas y escuchando atentamente mientras Isabel sostiene una vela y doña Ana, la madrina, reza con absoluta devoción.
Ya en el convite, que se celebró en el Monasterio de los Jerónimos ante 1.200 invitados, los novios posaron con familia y amigos. En una de ellas vemos a Isabel, Paquirri y doña Ana sentados en su mesa y, tras ellos, los tres hermanos del torero: Antonio, Teresa y José.
La madre de Isabel era la viva imagen de la felicidad y disfrutó mucho de una celebración en la que no faltó ninguna tradición: el momento de cortar la tarta, donde Paquirri e Isabel aparecen muy divertidos repartiendo raciones del pastel y después el brindis.
El matrimonio, feliz y sonriente chocó sus copas, bajo la atenta mirada de Teresa Rivera y otros familiares que no se perdieron un detalle, momento tras el cual los novios se dan un apasionado beso.
Más Noticias
Tras la cena, una felicísima Isabel se arrancó a bailar levantándose el vestido y con los siete metros de cola enrollados en su brazo izquierdo.