En España cenamos demasiado tarde: ¿Cuáles son las consecuencias para nuestra salud?

Los españoles sabemos que cenar tarde no es bueno para la salud, pero aún así somos los europeos que más tarde comemos la última comida del día.

Las razones pueden ser, por un lado, los horarios de trabajo. Si acabamos de trabajar a las ocho de la tarde, difícilmente podemos equipararnos al resto de países europeos, donde se cena sobre las seis.

Por otro lado, el huso horario. Cenar de día no es algo a lo que estemos acostumbrados, y esto puede hacer que tendamos a atrasar ese momento hasta que oscurece.

Además, tenemos algo que no tienen en el resto de Europa: la siesta y la merienda.

Tan importante es la hora a la que cenamos como qué comemos. Si nos pegamos un atracón a las diez de la noche, nuestro estómago lo procesa más lentamente y podemos desarrollar diabetes, aumentan los niveles de azúcar, el peso, dormimos peor…

Los países del norte de Europa son los que más temprano cenan. En Finlandia, por ejemplo, a las cuatro, en Reino Unido a las cinco o en Alemania a las seis.

¿Deberíamos plantearnos cambiar nuestras costumbres?