Hablamos con ella

Fue enterrada viva por su compañero de trabajo y acosador: "Tras los insultos constantes ahí vi que mi vida corría peligro"

Araceli lleva seis años sufriendo el acoso de su compañero de trabajo y, aunque denunció y ha sido condenado a una indemnización de 3.000 euros y 9 meses de prisión, sigue trabajando en el mismo puesto. Ella tiene que volver en apenas unos días, pero tiene miedo porque va a encontrárselo de nuevo.

Araceli es enterradora, una profesión que desde pequeña le hizo mucha ilusión ejercer porque su abuelo también lo era. Un sueño que ha alcanzado pero que se ha convertido en una pesadilla por el acoso de uno de sus compañeros.

Todo comenzó en el cementerio de Langreo (Asturias) en el que trabaja, un lugar al que ya no puede ni acercarse. Tal fue el acoso que Araceli decidió denunciar cuando de los insultos pasó a un hecho traumático, y es que su compañero la enterró viva cuando estaban preparando un entierro.

"Yo bajé y me quitó la escalera", ha asegurado, dejándola bajo tierra. La justicia le ha dado la razón a esta mujer y ha condenado a su acosador por provocarle unos daños irreversibles ya que vive con miedo generalizado por las amenazas vividas en el trabajo, según establece el informe médico.

"El que se tiene que ir es él, no yo"

Araceli, víctima

Sin embargo, a pesar de la condena y los 3.000 euros que le tiene que pagar, su pesadilla no ha terminado porque su acosador sigue trabajando.

Ella, mientras tanto, lucha por tener una vida normal y en 15 días deberá volver a su puesto, algo que quiere hacer sin miedo y con la tranquilidad de saber que no volverá a encontrarse con su compañero y acosador.

Con Araceli hemos hablado en 'Y ahora Sonsoles', que ha asegurado que recuerda el momento en el que quedó enterrada mal, porque cuando miró para arriba para pedirle los materiales le quitó la escalera y le dijo que ahí se quedaba. "Después de los insultos y vejaciones me di cuenta de que mi vida corría peligro", ha dicho.

Esta mujer lleva 6 años sufriendo, y el acosador está condenado a pagarle 3.000 euros, 9 meses de prisión y las costas judiciales, algo que a Araceli no le parece suficiente para todos los años que lleva sufriendo.

En su vuelta al trabajo, tiene además miedo de volver a encontrarse a su acosador porque no solo comparten puesto de trabajo, sino también vestuario. "El que se tiene que ir es él, no yo", ha asegurado.

El Ayuntamiento de Langreo ha confirmado, eso sí, que han cambiado el puesto al acosador del servicio de cementerio al de limpieza, pero aún así Araceli se lo va a encontrar. "Tanto a él como a antiguos compañeros que fueron cómplices", ha confesado.

Araceli vive en tratamiento psicológico constante y también tiene que tomar medicamentos para la ansiedad y para poder dormir. No solo teme por su vida, sino también por la de sus hijos.