Esquelas sin precedentes

Don Honorino pidió antes de morir que no se dejaran el dinero en flores... ¡Mejor tomarse algo en el bar!

Este hombre sabía que pronto moriría porque estaba enfermo, y por ese motivo decidió dejar una esquela con el que todos se rieran pues quería evitar cualquier drama después de su fallecimiento.

Honorino tenía claro que no quería morir y que todos lloraran por él, por ese motivo decidió que su esquela les hiciera reír a todos.

“No se admiten flores, guardad les perres pa’ tomar algo”, decía en ella, así como tampoco quería lágrimas ni dramas.

Este hombre reivindicó la sonrisa más allá de su muerte y dio su último adiós con humor. Julia Menéndez, la propietaria del bar al que acudía con frecuencia, lo conocía mejor que nunca. Nos ha contado que Honorino disfrutó la vida al máximo y vivió como quiso.

"La enfermedad se la tomó con muy buen humor", ha asegurado, aunque al final falleciese. Además, la dueña del bar nos ha contado que solía ir a jugar a las cartas con sus amigos, algunos de ellos ya fallecidos.

"Era habitual pero paraba más a echar la partida", ha asegurado. Cuando él no podía ir allí a jugar con ellos, los amigos iban a su casa para pasar tiempo con él.