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La doble vida de Daniel durante 15 años por su adicción al juego: "Me he definido como un maltratador psicológico"

Todo comenzó cuando él solo tenía 17 años y empezó a jugar en las máquinas tragaperras con el dinero que le sobraba del café. Sin embargo, la situación fue empeorando hasta incluso tomar alcohol y drogas, pero su familia no sabía qué ocurría. Llegó a gastarse hasta 1.500 euros en un solo día, hasta que se dio cuenta de su problema y pidió ayuda.

La adicción de Daniel comenzó cuando él solo tenía 17 años con pequeñas apuestas. Tomaba café y las monedas que le sobraban las usaba para jugar a las máquinas tragaperras.

Conforme iba ganando dinero, su adicción iba creciendo, pues era una manera de ganarlo de manera fácil. "La primera vez gané, y el dinero fácil y gratis engancha", ha asegurado.

Fue con un compañero del trabajo con el que comenzó todo y, con el paso de los años, la situación empeoró y Daniel comenzó a beber alcohol y consumir otras sustancias.

Su familia, sin embargo, no sabía nada de que el joven estaba llevando una doble vida.

"Solo sé que he perdido 15 años de mi vida"

Daniel, adicto al juego

Pero su salud y su apariencia empezaron a cambiar y su adicción era tal que incluso llegó a robar dinero a su propia abuela. "Le pedía perdón pero nunca le decía que era para jugar", ha asegurado.

También cogía la tarjeta de su mujer y justificaba los gastos con mentiras, pedía créditos para su familia así como dinero de más a escondidas para seguir jugando.

En un día podía llegar a gastar 1.500 euros en apuestas y, en una ocasión, incluso llegó a desvalijar toda su casa para tratar de encontrar dinero y, cuando lo consiguió, dejó a su hija con sus padres para ir a jugárselo todo.

Esta, sin embargo, fue la última vez que lo hizo, pues se dio cuenta de que llevaba 15 años siendo adicto y pidió ayuda.

Desde ese momento no ha vuelto a tocar las máquinas tragaperras Sin embargo, el cambio que ha tenido en él su doble vida es evidente.

Durante tantos años estuvo llevando esta doble vida gracias a la manipulación que ejercía sobre su mujer. "La tenía anulada completamente", ha dicho. Él le cogía la tarjeta, se llevaba el dinero y le decía que le habían robado la tarjeta.

Ahora él no sabe lo que ha ganado y lo que ha perdido. "Solo sé que he perdido 15 años de mi vida", ha explicado. Lo único que le queda es su familia, a pesar de que ha tenido que confesar a su mujer en dos ocasiones que tenía una adicción. Eso sí, se arrepiente de no haber pedido ayuda antes.

La última vez que jugó fue en mayo de 2021 y desde entonces está en rehabilitación. "Un adicto es adicto hasta que se muere", ha asegurado.

En cuanto a su mujer, Daniel cree que no le ha perdonado, al menos ciertos comportamientos que tuvo en ese momento. Uno de ellos es haber abandonado a su hija por el juego y el otro es haber abierto la foto de su padre fallecido para buscar dinero. "El día que me perdone sabré que algo va mal", ha dicho.