9.000 kilómetros

Denuncia que su mujer ha secuestrado a sus dos hijos en México: "Los encontré en una habitación oscura"

Todo ocurrió durante un viaje al país originario de su mujer después de que su madre falleciese. Cuatro encapuchados entraron a su vivienda asegurando que eran familia de ella y se llevaron a los menores y su documentación. Él tuvo que volver a España ante el peligro que suponía quedarse allí.

José Ramón está desesperado por recuperar a sus hijos. Denuncia que sus pequeños Mariel e Ian, de 7 y 3 años, están secuestrados por su mujer y su familia política a 9.000 kilómetros, en Tijuana (México).

Este hombre de 42 años conoció a su chica ideal en un grupo de internet religioso. Ella vivía en México y él no dudó en viajar a conocerla, y se acabaron casando en el país azteca.

Posteriormente, ambos viajaron a España y en Gijón formaron un hogar y tuvieron a sus dos hijos. Sin embargo, algo cambió cuando falleció la madre de ella en México.

Los cuatro viajaron para ayudar a la familia y, a los pocos días, el 12 de abril, secuestraron a sus hijos. Cuatro hombres encapuchados entraron en la casa, asegurando ser familia de su mujer y se llevaron a los menores y toda la documentación.

Sus vidas corrían riesgo y, tras recibir ayuda por parte del consulado, le recomendaron que ante el peligro volviese a España. Una vez en nuestro país denunció a su mujer por robar a sus propios hijos y ahora cada minuto cuenta.

En Y ahora Sonsoles hemos recibido la visita de José Ramón, que ha confesado que cuando llegaron al país notaba el ambiente extraño entre la familia y, además, no querían tener mucha relación con él.

Cuando ya llevaban un mes allí, se estaban preparando para llevar a los niños a jugar a la plaza, se presentaron cuatro personas que, según su esposa, eran sus tíos. Él estaba aseándose y cuando salió del baño ya no había nadie.

"Mis hijos estaban a oscuras y encerrados"

José Ramón

Miró las habitaciones y se dio cuenta de que casi todos los enseres personales de sus hijos y de su mujer no estaban, ni tampoco su propia documentación, incluido el pasaporte.

Ese mismo día no denunció porque intentó hablarlo con los familiares de su mujer, pero nadie sabía nada ni le facilitaban ninguna información. "Se notaba que sabían algo", ha dicho.

Al día siguiente, como no aparecieron ni supo nada de ellos, decidió ir a la comisaría de Tijuana a denunciar. La sorpresa que se llevó es que en ese momento no vieron oportuno admitir la denuncia y le ponían excusas. Fue en ese momento cuando decidió acudir al consulado, que le ayudaron.

"Al día siguiente de presentar la denuncia mi esposa se presentó en el lugar donde estábamos alojados", ha asegurado José Ramón, que le pidió ver a los niños. Fue hacia la zona donde le dijo que estaban y aparecieron dos hermanos que le impidieron el paso. "No me dejaron llegar", ha afirmado.

Los familiares le dijeron que sus hijos estaban en una habitación al fondo de la casa. "Estaban a oscuras y encerrados", ha dicho. Su hija, ha explicado, estaba en estado de shock y su hijo se abalanzó a su pierna y tenía una herida en la cara.

Ahí José Ramón se preocupó y trató de sacarlos de la casa. "Mi hija me llegó a decir que prefería quedarse porque le iban a regalar un muñeco", ha contado.

Desde entonces no ha vuelto a saber nada de ellos, y su mujer le ha bloqueado por todos los medios y no hay manera de contactar con ellos.