Daniel Sancho ha podido interrogar a los testigos que han declarado en el primer día de juicio: "Es una ventaja"

En el primer día de juicio contra Daniel Sancho por el presunto asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta durante un viaje a Tailandia, el juez ha prohibido informar de todo lo que sucede en la sala.

Allí se han escuchado las primeras palabras del joven chef, que lleva 4 meses en prisión provisional en Koh Samui, y que se ha declarado no culpable del asesinato, aunque ha admitido el delito de la ocultación de cadáver.

El periodista ha explicado, además, que la llegada de Sancho ha sido "casi de película", pues llevaba un mono de color burdeos, iba engrilletado de tobillos y manos y se ha sentado frente al tribunal. En un momento dado se ha puesto de pie y ha tenido que escucha los cargos que le imputa la fiscalía.

Posteriormente, de forma firme, ha asegurado que se declara no culpable y que no asume la autoría del asesinato, sino que fue una pelea. Sí asume el descuartizamiento de Arrieta.

Carmen Balfagón, portavoz de la familia de Daniel Sancho, ha podido hablar con Rodolfo Sancho, que se encuentra bien sabiendo todo lo que le queda por delante.

Ellos sí sabían que en cualquier momento el chef podría preguntar, y ha podido interrogar a algunos testigos. "Es una ventaja", ha asegurado.

Así ha sido la primera jornada del juicio contra Daniel Sancho

El juicio ha durado 8 horas y ha tenido casi 3 de retraso, un cóctel entre la expectación máxima y el hermetismo impuesto por las autoridades tailandesas.

Rodolfo Sancho salía junto al abogado tailandés a paso rápido y, como acostumbra, visiblemente molesto por las preguntas de la prensa.

Daniel Sancho, por su parte, se ha declarado no culpable del asesinato a Edwin Arrieta en el juicio al que llegó a las nueve menos cuarto de la mañana en el interior de un furgón blanco con cristales tintados.

Poco después llegaba su padre y los abogados de la familia de Edwin Arrieta. Ya en el interior de la sala, ha sido el turno de 4 testigos. Una de ellas es una mujer que encontró algunos restos del cuerpo de Edwin esparcidos por la playa.