¿Qué ocurre?

La controversia por los efectos adversos del Nolotil: "Mi sistema autoinmune ha quedado destrozado"

En nuestro país también hay personas que se han visto afectadas por los efectos adversos de este medicamento, especialmente por la agranulocitosis, que ataca directamente a las defensas y puede provocar infecciones graves.

El metamizol, más conocido como Nolotil, es un analgésico antipirético que se utiliza para tratamientos de corta duración, pero, como todo medicamento, tiene efectos secundarios y está ahora en el punto de mira.

Su prospecto anuncia que algunos de estos efectos adversos son la hipotensión, las reacciones anafilácticas o, la que más casos está registrando en España, la agranulocitosis. Esto provoca una bajada de defensas severa que puede dar lugar a infecciones peligrosas.

El Ministerio de Sanidad se ha pronunciado sobre el aumento de casos. "Su número se ha incrementado en los últimos años de forma paralela al aumento del consumo de este analgésico, particularmente en pacientes de origen británico", han asegurado, por lo que no descartan que las características étnicas específicas tengan algo que ver.

Sin embargo, la Asociación de Afectados por Fármacos no están de acuerdo y piden que se retire este medicamento del mercado y se prohíba su prescripción, algo que la AEMPS no se plantea.

Pese a que hay españoles afectados, la Agencia Española del Medicamente dice no haber registrado un repunte significativo.

En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con Consuelo, una de las afectadas por este medicamento, que padece agranulocitosis, una enfermedad que barre los glóbulos blancos de nuestra sangre y deja sin defensas.

Ha asegurado que estuvo a punto de morir. A ella se lo recetó el reumatólogo a causa de unos dolores en las articulaciones que había empezado a tener. "Me mandaba dosis más elevadas porque tenía muchos dolores", ha explicado.

Entonces se hizo una analítica para ver el nivel de inflamación y fue su hija quien le dijo que se estaba quedando sin glóbulos blancos. Ahí empezó con fiebres que no conseguía bajar, además de supurar por los oídos y analmente. "Me sentía fatal, sin ganas de comer y vomitando", ha dicho.

Ahora cada vez que se encuentra mal lo pasa mucho peor que otras personas que no tienen su enfermedad. "Mi sistema autoinmune ha quedado destrozado", ha dejado claro.