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"Eres un coñazo de los pies a la cabeza": los insultos de una monitora de guardería a niños de 0 a 3 años

La directora del centro de Almería sospechaba de los tratos de esta profesora a los menores debido a las imágenes de las cámaras de seguridad. Por eso decidió poner grabadoras en las aulas, audios en los que se escuchan los insultos y vejaciones. La empleada ha sido detenida, aunque puesta en libertad con medidas.

La Guardia Civil ha detenido a la empleada de una guardería de Roquetas de Mar (Almería) por presunto maltrato a los menores. Una detención que se ha producido tras las denuncias de dos padres y de que la propia directora aportase pruebas.

Estas pruebas son las cámaras de seguridad del centro, pero también audios.

En ellos se escuchan insultos y vejaciones a los niños. "Qué asco de niño", es solo uno de los muchos insultos a los que hemos tenido acceso en exclusiva en 'Y ahora Sonsoles'.

Y es que la propia directora del centro sospechó de su trabajadora al ver comportamientos inapropiados a través de las cámaras de seguridad y por eso decidió poner grabadoras en el aula.

"Eres un coñazo de los pies a la cabeza", les decía, además de que no les soportaba. El maltrato, además, empeoraba cuando tenía que darle de comer a los bebés, hasta el punto de dejarles sin comida.

Tras confirmar sus sospechas, la directora la expulsó de la guardería y mostró los audios a la Guardia Civil y a los padres de los niños afectados, que denunciaron los hechos.

La monitora ha sido detenida, acusada de un presunto delito contra la integridad moral y trato degradante. Ahora está en libertad, pero tiene prohibido comunicarse ni aproximarse a menos de 100 metros de los ocho menores de edad a lo que impartía clase.

Hablamos con la directora del centro

En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con la directora de la guardería, que ha confirmado lo ocurrido en el centro y ha asegurado que ha sido muy duro.

Cuando comenzó a sospechar, ha dicho, se asesoró legalmente y decidió tomar las medidas para poder saber qué estaba ocurriendo.

Afortunadamente, ha asegurado, los niños son tan pequeños que no van a tener secuelas.

En el momento que supo lo que ocurría, despidió a la profesora, que negó lo que había ocurrido.