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Boticaria García nos explica cómo evitar los atragantamientos en Navidad aunque estemos solos
La farmacéutica nos ha explicado qué hay que hacer si alguien se atraganta aunque esté solo, y es que la maniobra de Heimlich también se puede llevar a cabo si tenemos una silla. En caso de que haya otra persona, también es posible evitar el atragantamiento con una mascarilla a modo de desatascador.
En Navidad aumentan los atragantamientos por dos motivos: comemos más rápido y, además, estamos más distraídos y, por otra parte, tomamos alimentos a los que no solemos estar acostumbrados. Por ese motivo, Boticaria García nos ha traído las comidas con las que más nos atragantamos y cómo evitarlo.
Una de las más peligrosas son las uvas, especialmente para los niños. La farmacéutica ha dejado claro que los menores de 5 años no pueden tomarlas. A la hora de partirlas, además, no hay que hacerlo verticalmente porque tienen el mismo tamaño que un conducto de la garganta y se puede quedar atascado.
Pero hay soluciones, que es partir las uvas en gajos y también es importante quitarles la piel porque puede quedarse pegada.
A la hora de prevenir los atragantamientos, lo principal es saber hacer la maniobra de Heimlich, pero también puede servir tener una mascarilla que hace vacío. "Es como un desatascador", ha dicho Boticaria.
Primero hay que recostarse un poco, presionamos hasta que se haga vacío, apretamos y tiramos de la palanca que funciona a modo de 'desatascador'.
Si le pasa a otra persona, lo importante es saber que, si mientras que la persona que se está atragantando emite sonidos, no hay que preocuparse porque todavía hay algún conducto abierto. Cuando ya no los hay, sin embargo, hay que dar entre los dos omóplatos cinco golpes, alternándolos con la maniobra de Heimlich.
Esta maniobra consiste en poner el puño entre el ombligo y el esternón, cogiendo a la persona desde atrás. Desde ahí hay que tirar hacia atrás y hacia arriba. De esa manera, la otra persona debería expulsar aquello que le está produciendo el atragantamiento.
El momento de preocuparse es cuando no tose y se le ponen los dedos moradas, además de si se queda inconsciente.
¿Qué hacer si nos atragantamos y estamos solos?
Si estamos solos, la maniobra de Heimlich también se puede hacer con una silla. Ponemos nuestro propio puño y presionamos con el respaldo de la silla, con la cabeza hacia abajo.
Además, repetimos el movimiento hacia atrás y hacia arriba para que salga el alimento.