Hablamos con su nieta

Arruinada con 83 años tras cobrarle facturas que no había firmado: "Le vendieron una olla por 3.000 euros"

Los estafadores llamaron a su puerta, se ganaron su confianza y, poco a poco, le han vaciado la cuenta. Además, toda la familia está amenazada y viven con miedo. Hemos hablado con Teresa, la nieta de la víctima, que además padece demencia.

Teresa está indignada y asustada pues a su abuela, de 83 años, le han vendido colchones de 3.000 euros, además de otros artículos que no necesitaba. Los estafadores llamaron a su puerta, se ganaron su confianza y, poco a poco, le han vaciado la cuenta.

Sin embargo, no solo se han quedado con los ahorros de toda una vida, sin que además ella y su familia reciben amenazas a diario.

Era 2021 cuando los vendedores acudieron a la casa de Inés Teresa y le ofrecieron el mejor colchón del mercado, y ella accedió. Este fue el inicio de una pesadilla, ya que, a raíz de esa compra, le emitieron una nueva factura que ella no firmó y el precio ya era el doble.

"Era el propio comercial el que rellenaba y hacía la solicitud de préstamo", ha explicado la abogada de esta mujer de 83 años. Esta fue la primera, y a ella le siguieron cinco más: colchones, purificadores de aire, generadores de ozono e incluso facturas.

Sin embargo, Inés Teresa no podía hacer frente a los pagos y ha perdido todos los ahorros de su vida. Fue su nieta la que se dio cuenta de que su abuela estaba siendo estafada, aunque ya es tarde, porque en su cuenta ya no queda dinero y no puede hacer frente a los gastos de luz y agua.

Hemos hablado con Teresa, la nieta de la víctima, que nos ha contado que su abuela siempre fue una mujer trabajadora y ahorradora, pero ahora se ha visto sin nada "por culpa de gente que no tiene escrúpulos", ha dicho.

"No creo que fuera consciente de lo que estaba pasando", ha asegurado, y que incluso su abuela consideraba que eran todo regalos.

En Y ahora Sonsoles conocimos el caso de una empresa que estafó a cientos de personas vulnerables vendiéndoles colchones con los que prometían un mejor descanso drástico por 5.000 euros o una máquina de ozono por 2.000, entre otros.