Mantiene su pasión

Antonio sigue bailando a los 80 años para homenajear a Aurora, su difunta mujer y amor de su vida

En Y ahora Sonsoles hemos sido testigos del talento de este hombre que comenzó a bailar cuando solo era un niño y continuó haciéndolo con el que fue el amor de su vida. Tras toda una vida juntos, Aurora falleció a los 79 años, pero él no ha dejado de bailar, ahora por los dos.

Con 80 años, la pasión de Antonio por el baile sigue más viva que nunca. A pesar de su edad, su flexibilidad sorprende a todos y es que entrena prácticamente a diario.

Lo hace por una promesa personal: homenajear a su difunta mujer. Nacido en Porcuna (Jaén), pronto mostró interés por la danza y, ayudado por sus vecinos, comenzó a taconear y a dar sus primeras palmas.

Entonces tenía 5 años. A los 14 llegó a Madrid, donde consiguió sus primeros zapatos de bailaor sin saber que con ellos cosecharía un sinfín de éxitos, como, por ejemplo, trabajar con Paco de Lucía.

Su verdadero premio llegó a los 18 años cuando Aurora Pons, una bailarina emergente, le robó el corazón. Fue ella quien le animó a forjarse una carrera en la danza clásica, cambiando así los zapatos de madera por las puntas de ballet.

De la mano compartieron escenarios y, con el arte en su maleta, viajaron por todo el mundo. Sin embargo, tras toda una vida juntos, Aurora falleció a los 79 años.

Casi una década después, Antonio aún llora al recordarla y continúa bailando por el recuerdo de quien un día fue su vida entera. En Y ahora Sonsoles ha hecho una demostración de su talento. ¡No te lo pierdas!

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