Investigación
Ancianos atados, extra medicados y sucios: los maltratos en residencias de mayores contados por sus empleados
Muchas personas mayores están sufriendo malos tratos en estos centros y ahora los empleados han decidido alzar la voz para ayudar a todas las personas que están pasando por esta situación: mayores atados, más medicados que lo pautado por los médicos y sin formación alguna. Lo han definido como "un horror".
Ante la cantidad de denuncias que hemos recibido en el número de 'Y ahora Sonsoles', hemos entrado en una de las residencias de los horrores en la que los ancianos sufren maltratos que, aunque son casos excepcionales, también existen.
Los propios trabajadores son quienes nos han narrado todo lo que ocurre dentro de ellas. En primer lugar, han confesado, hay poco personal y el que hay no está cualificado para trabajar.
Una de ellas incluso ha asegurado que, aunque fue contratada como limpiadora, acabó levantando a residente, duchándolos, dándoles de comer... Haciendo de todo.
"Los tienen a todos drogados"
En cuanto al día a día, los trabajadores han dejado claro que era "un horror". Han relatado situaciones de abandono con personas mayores atadas y olvidadas en sus habitaciones. Los atan, han explicado, a las sillas o a los tabiques y, si llega una inspección, los desatan rápidamente.
También han hablado sobre la situación de insalubridad en la que se encuentran los ancianos. "Con la ropa rota, sin duchar", han afirmado.
Y no solo eso, sino que estos empleados denuncian que los residentes están extra medicados. "Se caen incluso hasta de las mesas porque los tienen a todos drogados", ha confesado una de ellas.
Una situación de descontrol total en la que, si no colaboran, acaban despidiéndolos, como le pasó a una de ellas, que se negó a darle medicamentos que no estaban pautados por el médico.
Estos trabajadores también denuncian la falta de formación y que les obligan a hacer unos supuestos cursos por los que les descuentan dinero de la nómina.
Para estas trabajadoras, la residencia tiene un objetivo claro: "Ellas mismas lo dicen: si hoy se muere uno, mañana vienen dos", ha asegurado una de ellas.
Estos empleados ya han denunciado los hechos en la policía pues, han afirmado, quieren ayudar y se sienten impotentes por no poder hacerlo.