En Granada

El alcalde de Huétor Tajar sobre el asesinato de un abuelo a sus nietos: "Tenía que tener la mente oscurecida"

Hacía apenas dos meses que este hombre de 72 años perdió a su mujer y su única hija y madre de los menores en un accidente de tráfico en el que él conducía el coche. No pudo superarlo ni con ayuda psicológica y por ese motivo se atrincheró en su vivienda, donde acabó con la vida de los dos niños y posteriormente se suicidó.

Un abuelo de 72 años en Huétor Tajar (Granada) ha matado a sus nietos de 10 y 13 años tras atrincherarse con ellos. Tras el asesinato, se ha suicidado.

En la localidad granadina son incapaces de digerir la tragedia, y es que este abuelo había perdido 2 meses antes a su mujer y a su hija en un accidente de tráfico. "Él decía que se quería matar, que no podía vivir sin su hija", ha dicho una vecina.

Todo empezó a las ocho de la tarde, cuando el abuelo de los niños se atrincheró en su vivienda con un arma de fuego. El padre fue a recoger a los menores pero no le dejó llevárselos.

A las diez menos cuarto, el 112 recibió una alerta y, tras horas de negociación, Pepe aseguraba por la mañana que los llevaría al colegio.

Tras estas palabras llegó el silencio y después de dos horas sin contacto con el abuelo se confirmó el peor desenlace: los agentes entraron a la vivienda y se encontró los tres cadáveres en habitaciones distintas.

En Y ahora Sonsoles hemos hablado con Fernando Delgado, el alcalde de Huétor Tajar, que ha asegurado que esta tragedia ha hecho que todo el pueblo esté llorando porque después del accidente, que fue una tragedia, ahora ha venido una tragedia aún peor. "No tiene justificación", ha dicho.

Además, él también era amigo de Pepe, a quien ha definido como una persona normal y sensata, y no entiende qué le ha podido pasar por la cabeza porque el siempre protegía a sus nietos y cuidaba de ellos. "Tenía que tener la mente totalmente oscurecida", ha dicho.

Cuando recibió el aviso de que alguien estaba atrincherado, Fernando Delgado nunca pensó que pudiera ser Pepe, y mucho menos que este fuera a ser el desenlace final. "No era un hombre violento", ha dejado claro.

Además, una vez llegaron los agentes de la Guardia Civil así como los servicios sociales, en un principio, ha dicho, Pepe no quiso hablar y a las diez de la noche se escucharon dos disparos, por lo que no sabían si fue en ese momento cuando mató a sus nietos.

Pepe, por su parte, se quitó la vida una vez entraron los agentes en la vivienda a las nueve de la mañana. El padre de los niños, destrozado, tuvo que ser atendido por los servicios de emergencia e incluso tuvo que ser sedado, ha explicado el alcalde. "No sabemos si ha despertado", ha dicho.

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