La actitud chulesca de Daniel Sancho en el segundo día de juicio en Koh Samui: "Es una táctica un tanto temeraria"

Ya ha tenido lugar el segundo día de juicio contra Daniel Sancho, en prisión provisional acusado de presuntamente haber asesinado y descuartizado a Edwin Arrieta durante un viaje a Tailandia.

El bloqueo informativo impuesto por el juez continúa, ya que ha amenazado incluso con cárcel a todo aquel que informe sobre lo que ocurre dentro de la sala, pero han trascendido algunos detalles como la actitud chulesca que, aseguran, tiene Daniel Sancho.

Joaquín Campos, corresponsal de La Razón, ha asegurado que esta actitud está siendo bastante temeraria, pues son países demasiado pragmáticos, donde a la autoridad se le teme más que se la respeta. "Irán en contra de una persona que ya de por sí está señalada", ha dicho.

Además, ha hablado acerca de una situación privilegiada de Sancho en prisión, donde, según ha publicado, está recibiendo trato de favor. "Desde hace 8 meses está en la zona médica", ha asegurado. Sin embargo, él mismo ha dicho que practica cada día un deporte muy difícil de hacer si se tiene una hernia discal.

Según su defensa, ante el juez, sin embargo, hoy han podido ver un Daniel Sancho mucho más tranquilo por la presencia de traductores en la sala, y arropado por el calor de sus padres.

Engrilletado de pies y manos se ha sentado en la primera fila. Su padre, Rodolfo Sancho, en la segunda, justo detrás de él. Según testigos presenciales, ambos han podido conversar durante la sesión, y el hijo del actor se ha mostrado, en todo momento, muy seguro de sí mismo.

Carlos Quílez ha contado, además, que en esta segunda jornada ha declarado la mujer que le vendió los cuchillos a Daniel Sancho.

Rodolfo Sancho, serio y contundente con la prensa

Rodolfo Sancho se ha mostrado serio y contundente con la prensa en el segundo día de juicio contra su hijo Daniel Sancho. El actor llegaba al Tribunal de Koh Samui visiblemente molesto, abrumado por la expectación mediática y lanzando una advertencia.

“En este país está prohibido grabar a la gente en público, así que no tengamos un problema”, ha dicho el actor, que tras estas palabras ha entrado en la corte con paso firme y evitando todas las preguntas.

Desde la primera vez que el actor puso un pie en Tailandia el pasado 2 de septiembre para apoyar a su hijo, su vida ha dado un giro de 180 grados, también en lo económico. Tanto, que este gasto explica el por qué ha decidido exponerse en un documental sobre su hijo.