Hablamos con la afectada

Acaba su luna de miel en un hospital en Kenia por el ataque de un elefante: "Me hice una bola y jugó conmigo al fútbol"

Todo comenzó cuando un guía le acompañó a acercarse al animal, que se abalanzó sobre ellos. Él se salvó y ella recibió una paliza de los mamíferos que hizo que acabase en urgencias. El hotel no se hace responsable y ha intentado solucionarlo con una botella de vino.

Una pareja se fue de viaje de luna de miel a Kenia, donde disfrutaron de un safari que no acabó como esperaban. Ely salió del hotel con un empleado para ver elefantes, una mala decisión porque fueron a por ella y le pegaron una paliza que pudo ser mortal.

La joven tiene heridas en los ojos, las manos, las piernas e incluso en la cabeza, además de contusiones por todo el cuerpo.

"Jugó conmigo al fútbol"

Ely

Todo empezó cuando ella y su marido estaban desayunando en el hotel y, de pronto, una manada de elefantes se acercó a saludarles. Ellos los estaban viendo a una distancia prudencial hasta que un miembro del hotel les acompañó para acercarse a ellos.

A escasos metros del hotel, un guía cogió a Ely de la mano y le sugirió que se acercara a los mamíferos, sin saber que uno de ellos se abalanzaría sobre ellos.

El guía consiguió escapar pero Ely tropezó con el suelo y se quedó sola e indefensa con el animal.

La joven decidió permanecer tirada en el suelo pese a los golpes que estaba recibiendo, y esto le salvó la vida. "Me hice una bola, jugó conmigo al fútbol pero creo que me dejó vivir", ha explicado.

Durante la agresión, ella solo pensaba que quería que acabase y, cuando dejó de pegarle, sintió alivio y felicidad de saber que seguía viva. No se creía lo que estaba pasando, y es que había una cría de elefante junto al que la atacó.

Rápidamente fue rescatada por su agencia y trasladada al hospital, donde le confirmaron que no tenía nada roto.

13 días después de lo ocurrido, Eli sigue sin respuestas a la denuncia que interpuso.

En el hotel, sin embargo, la culpan a ella por haber acompañado al guía e intentan solucionar la situación obsequiándoles con una botella de vino.