Lluvias torrenciales

Las lluvias en el norte de Brasil provocan grandes deslizamientos de tierra

Se ha declarado el estado de emergencia en la ciudad brasileña de Manaos, en el estado de Amazonas. El deslizamiento de tierra ha causado la muerte de, al menos, 8 personas. Hay muchas viviendas destruidas.

Al menos ocho personas han muerto como consecuencia de los desprendimientos de tierra ocasionados por las fuertes lluvias que cayeron durante el pasado fin de semana en la región norte de Brasil, concretamente en Manaos, capital del estado de Amazonas.

Estos deslizamientos de tierra han afectado a numerosas estructuras, por lo que los bomberos continúan buscando víctimas entre los escombros. Las viviendas más afectadas estaban construidas sobre zonas muy inestables, y es que el deslizamiento de tierra ha ocurrido en un área de alto riesgo de esta ciudad de Amazonas, en la Amazonía brasileña. De entre los ocho muertos que, de momento, hay contabilizados, cuatro de ellos son menores de edad.

Un mes después de otro temporal

El volumen de lluvia en la zona de Manaos ha alcanzado los 96 milímetros por metro cuadrado. Una cifra superior a la media para este periodo del año y que ha dejado un volumen de agua que ha cambiado el terreno hasta el punto de hacerlo muy inestable.

Un nuevo desastre que se produce menos de un mes después de otro fuerte temporal de lluvias que se registró en la ciudad de Sao Paulo y que costó la vida a 65 personas.

62 áreas de alto riesgo

El alcalde de Manaos, David Almeida, ha señalado que “tenemos más de 1.000 áreas como esta (...) y, de esas, 62 son de alto riesgo (...). Estamos buscando más inversiones para que podamos invertir en esas áreas y dar una vivienda digna a las personas”.

De momento, el Gobierno local ha activado un comité de crisis tras la catástrofe y, tanto David Almeida como Wilson Lima, gobernador del estado de Amazonas, se han desplazado a las zonas más afectadas para ser testigos del dispositivo de rescate que se ha desplegado.

Se estima que en Brasil viven más de 9 millones de personas en áreas de riesgo amenazadas por deslizamientos o inundaciones.