@diostuitero comenta el quinto programa

"No hay quinto malo", por @diostuitero

Encaramos el quinto programa de 'Top Chef' y ya hemos aprendido a hacer helados salados con nitrógeno líquido y que el amor de Melissa por Filippetti no para de crecer: "Si me pide una cigala le doy un mojón", ha declarado la pelirroja.

Vamos con mis profecías para el quinto programa:

- Nuestros concursantes visitarán la huerta navarra. Tras superar una dura prueba con niños, no descarto que los guionistas del programa den un paso más y les hagan correr los San Fermines mientras cocinan una sopa de aletas de tiburón a la vizcaína. El encierro terminará sin heridos por asta de toro, tan solo deberemos lamentar la caída deFilippettia causa de una zancadilla de Melissa. "Se ha tirado claramente, no le he tocado, deberían sacarle la amarilla y expulsarle", declarará ésta.

- Hablando de expulsiones tras la suya de la semana pasada,Julio retoma su trabajo en Cuéntame, doblando a Imanol Arias en las escenas difíciles. "Estoy encantada con este Antonio, me hace unas recetas riquísimas", ha dicho Ana Duato.

- Esta semana los concursantes no tendrán que salir al pescar a La Albufera para conseguir el producto, ni coger la lanza ni nada. En este programa acuden al supermercado, como todo hijo de vecino. Allí encontrarán dificultades aún mayores: la típica señora que se te cuela alegando que solo lleva una barra de pan y al final te tiene media hora esperando a que llene el carro con "cuatro cosas que se le habían olvidado", la cola que parece que va más rápido hasta que llegas tú o la estampida de ñus que se produce cada vez que un empleado abre su caja y dice eso de "vayan pasando por aquí por orden".

- En el programa anterior descubrimos que Montoro no sólo es guapo y un excelente cocinero, sino que ya a los 9 años era jefe de cocina. En el programa de hoy seguimos descubriendo nuevos datos de su biografía: a los diez años ya era Nobel de Literatura (bajo seudónimo, al ser menor de edad) y a los catorce ya había ganado el Tour de Francia ocho veces seguidas, pero no lo sabíamos porque los gabachos le tenían manía y el realizador nunca le sacaba. "Me borraban con Photoshop", dirá Montoro.

- En este quinto programa Víctor no presumirá de tener una estrella Michelín. Sus compañeros, extrañados, le llevarán al médico. "Echamos de menos sus aires de superioridad", afirmarán.

Todas estas cosas y muchas más ocurrirán ( o no ) en el programa de mañana. ¡Recuerda, no hay quinto malo!

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