Serafín Zubiri tiene claro que su invidencia no va a ser ningún obstáculo para entrenar y saltar como los demás, no quiere un trato diferente;"si tuviera la sensación de que se me está regalando algo por el hecho de ser ciego, me iría". Serafín demuestra en sus entrenamientos que va a ser constante en trabajar duro y, para ello, cuenta con su mayor apoyo; su perro guía Krondel que no se separa ni un instante.