Fácil y rápida
"Queda tan rico y tan bonito...": receta de pavo relleno de pimientos con salsa de queso, de Arguiñano
Una receta fácil de elaborar, en poco tiempo y con un resultado "rico y bonito".
Karlos Arguiñano ha elaborado una fabulosa de receta de pavo relleno de pimientos.
El cocinero lo acompaña con una salsa de queso azul"de fundamento que va a parecer que estamos en un restaurante de lujo".
Ingredientes, para 4 personas
500 g de pechuga de pavo (8 filetes finos)
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 pimiento amarillo
100 g de queso azul de oveja
100 ml de nata líquida
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
perejil
Elaboración
Pela los pimientos con un pelador, córtalos en juliana (1 cm de grosor) y ponlos a rehogar en una sartén con 2-3 cucharadas de aceite. Sazona y cocínalos durante 10 minutos.
Extiende una esterilla para sushi sobre la encimera y cúbrela con un trozo grande de film de cocina (es importante que sobresalga un buen trozo por cada lado). Salpimienta los filetes de pavo, colócalos sobre la esterilla de manera que quede bien cubierta. Distribuye encima la mitad de los pimientos y enrolla los filetes (ayudándote con la esterilla) alrededor de los pimientos.
Junta las puntas del film de cocina y desliza el rollito sobre la esterilla hasta que coja tensión y quede perfectamente cerrado. Haz un nudo en cada extremo. Repite el proceso con el resto de los filetes de pavo y de los pimientos.
Calienta abundante agua en una cazuela, introduce los rollitos y cuécelos durante 6 minutos aproximadamente.
Saca los rollitos de la cazuela, retírales el film y dóralos durante 6-8 minutos en una sartén con un par de cucharadas de aceite. Retira y resérvalos. Retira también la grasa.
Trocea el queso y añádelo a la sartén. Vierte la nata y mezcla los ingredientes hasta que el queso se funda y quede integrado con la nata.
Corta los rollos de pavo en rodajas gruesas, sirve 3 en cada plato y acompáñalos con la salsa de queso. Decora los platos con unas hojas de perejil.
Consejo
Los quesos azules se pueden comer solos o desmenuzados, o incluso untados en pan, ya que muchos tienen una textura muy cremosa.