Un discurso a su familia, un reto conseguido para Jonathan

Cuando empezó primaria se atascaba y sus padres le llevaron al logopeda. Fue ahí cuando le diagnosticaron disfemia, un término que madre María Ángeles prefiere asignarle, en lugar de tartamudez.

Luis, su padre, confiesa que cuando están en familia Jonathan no habla por miedo a cortarse delante de todos. “Muy pocas veces he tenido una conversación fluida con mi hermano”, se sincera su hermano David. Siente que muchas veces se ha sentido impotente y que le gustaría ayudarle más cuando se burlan de él.

Jonathan tiene miedo a conocer a chicas por miedo al rechazo por su tartamudez. ¿Conseguirá Jonathan superar su problema de hoy en un año?

Superar la tartamudez, un proceso difícil para Jonathan

Pese a sus infinitas ganas y empeño en superar su problema de disfemia, Jonathan ha tenido muchos altibajos.

Jonathan acude a una logopeda para que le ayude a solventar su problema comunicativo. También ha asistido a terapias grupales donde ha conocido a gente con su misma dificultad. Allí ha aprendido a utilizar ciertas técnicas para poder aplicarlas en su entorno social.

Jonathan reconoce que en las conversaciones de ‘tú a tú’ no tiene ningún inconveniente. Pero es en las grupales, cuando hay más de cuatro o cinco personas cuando le cuesta mantener una conversación fluida.

Hablar en público, todo un reto para Jonathan

Después de dos sesiones por semana durante un año, Jonathan ha podido superar el gran obstáculo que le impedía tener una visa social normal: hablar con fluidez con cualquier persona.

Para demostrar su importante logro, ha reunido a toda su familia y ha dado un discurso de lo más emocionante, agradeciendo la paciencia que han tenido con él en todos estos años.

Jonathan reconoce que a la hora de relacionarse y ligar con chicas ahora le resulta mucho más fácil: “ahora soy mucho más seguro y con más chispa”.