Polémica sentencia
Una víctima de violencia de género es desahuciada por su maltratador en directo: “Sin dormir, sin comer y sin vivir”
Una polémica sentencia dicta que Magdalena, víctima de violencia de género, tiene que alternar el uso de la vivienda en la que vive con sus hijos con su propio agresor.
La Comisión Judicial acaba de abandonar la vivienda. Magdalena es leonesa y víctima de violencia de género. Ha entregado las llaves porque a partir de este momento la casa familiar donde vivía con sus hijos será ocupada por su exmarido. Él está condenado por un delito de violencia de género, de maltrato continuado en el ámbito familiar.
El hombre está condenado a cuatro años de prisión, pero no entrará en la cárcel. Esta pena va a ser conmutada por trabajos a la comunidad. A la vez tendrá que alternar el uso de la vivienda con su propio agresor, un año para cada uno de ellos.
Hablamos en directo con Magdalena
Magdalena está destrozada: “Esta noche no hemos pegado ojo porque hemos tratado de sacar ropa y algunas pertenencias. Sin dormir, sin comer, sin vivir”. El colmo para esta mujer es que tendrá que vivir en otra casa familiar que justo se encuentra en el edificio de enfrente. Tan solo hay una distancia de apenas unos 20 metros. Sin embargo, existe una orden de alejamiento sobre Magdalena y sus dos hijos, que pasaría a incumplir.
“Tendré que estar llamando por desgracia cada dos por tres a la Policía para que vengan y le detengan. Porque no puede estar cerca de nosotros, tiene que mantener la distancia de 500 metros, en concreto conmigo hasta el año 2032”, son las palabras de impotencia de esta mujer.
"Yo soy la víctima y él es el maltratador”.
Continúa explicando su historia y sigue incrédula ante lo que le está ocurriendo: “Aquí desde el Juzgado de Violencia de Género han tenido en consideración más el interés del maltratador que el de la víctima, está claro. En su sentencia dice que ambos vivimos solos, es incierto. Se justificó documentalmente desde el minuto uno que vivo con mis hijos, yo aporté el certificado de empadronamiento. Yo soy la víctima y él es el maltratador”.
“Está condenado como maltratador a cuatro años de prisión y lo cierto es que no va a entrar en prisión y no solo no entra en prisión sino que nos hace salir a nosotros de la vivienda familiar para ocuparla él. Esa es la justicia que hay”, sentencia Magdalena.
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