Un vecino de Vizcaya ofrece 1 millón de euros para impedir la apertura de un centro de menas: "Aquí no hay actividades para ellos"

Los vecinos de Sopuerta (Vizcaya) temen que su pueblo albergue en los próximos meses un centro de menas (menores extranjero no acompañados). Los vecinos han organizado marchas y concentraciones para oponerse a la apertura de este centro de menores. Aseguran que la localidad no está preparada para recibir a estos jóvenes.

Se enteraron hace menos de un mes de la llegada de los menas porque un anuncio pedía trabajadores para el centro. Toda la pared está llena de pintadas contra la apertura. Mantienen que no se quieren oponer a la apertura por un tema de racismo "pero es que nadie les ha dicho nada". Según diputación en este centro se pueden instalar más de 100 menores.

"Estamos preocupados por lo que pueda ocurrir"

Joseba es vecino y se ha enterado hace poco de los planes de apertura del centro. Confirma que están preocupados por lo que pueda ocurrir. Este espacio estaba a la venta desde 2015 por 1, 3milones de euros. Un vecino se ha ofrecido a poner un millón de euros de su bolsillo para que no se haga el centro. De momento no hay respuesta por parte de la dueña del edificio. Este vecino 'solidario' cuenta que a él lo que le interesa "es quitar un problema del pueblo".

"Van a venir más chavales extranjeros de los que hay en el pueblo"

Joseba lamenta que lo que más les ha molestado de todo es que no han informado a los vecinos. Cuando han acudido al Ayuntamiento les dicen que es la diputación la que tiene que dar la información. Por un lado y otro se van enterando de nuevos detalles de la apertura.

Cuenta que si van a venir 100 chavales de entre 13 y 17 años y en el censo hay 117 habrá más menas que jóvenes autóctonos. "Van a venir más chavales de fuera que los que hay en el pueblo". Cuenta que en un pueblo cercano ha habido un centro de menas que ha cerrado por un incendio. "Los que han venido por lo que sea no se han acoplado al pueblo. No hay actividades para ellos", apunta.

El inspector de Policía Serafín Giraldo explica que los que llegan son menores extranjeros no acompañados cuyos padres no han sido encontrados en su lugar de origen . Estos menores a los 90 días son residentes y tienen los derechos de cualquier español. A partir de los 16 años ya pueden trabajar y seguir teniendo educación y desde los 18 tienen permiso de residencia y permiso de trabajo.