Parricidio

La parricida de Cuenca fue hallada con el arma todavía en la mano después de matar a sus hijas

Paola trabajaba como guardia civil en Quintanar del Rey (Cuenca) desde antes de que nacieran sus hijas. El padre de las niñas y los abuelos paternos residían en la localidad y era frecuente verles después de recoger a las pequeñas de colegio.

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Paola, la madre que disparó contra sus hijas, mató a las pequeñas cuando estaban en su habitación metidas en sus camas. Los cadáveres fueron hallados por un compañero del cuartel que acudió a la vivienda después de ver que la infanticida no se presentaba a su puesto de trabajo en Quintanar del Rey (Cuenca). La persona que entró en la casa era precisamente el compañero de patrulla de la homicida. El hombre se encontró a la autora de las muertes con el arma todavía en la mano.

Se trata de crímenes muy difíciles de digerir para el entorno de las niñas. Espejo Público habla con Pilar, prima de la familia paterna de las niñas. Paola, la parricida, vivía al lado de la hija de Pilar. Asegura que "está el pueblo roto con esta familia tan buena que cuidaba mucho a sus nietas cuando la madre trabajaba". De la chica no puedo decir nada porque la conozco de subir al piso y bajar. No pensaba que iba a hacer estas cosas con sus hijas que eran una nenas vergonzosas y muy buenas".

"El progenitor era un buen padre para sus hijas"

Una de las niñas fue al colegio con el nieto de Pilar durante dos años. Cuenta que las han visto crecer y que era habitual que los abuelos paternos pasearan con ellas después de recogerlas del colegio.

Cuenta que su hija conocía a las niñas y le había ofrecido a la madre cuidarlas en el caso de que lo necesitara aunque la madre nunca aceptó la invitación porque los abuelos ayudaban cuando hacía falta. Define al padre de las niñas como "un buen padre para sus hijas y un chico trabajador y buena persona". "No podemos decir nada malo de esa familia porque es una buena familia.

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