NIÑOS ROBADOS

Varias facturas muestran que Sor María sedaba a las madres parturientas

Salen a la luz nuevos documentos de Sor María. Documentos que pueden demostrar que la religiosa sedaba a las madres parturientas con pentotal sódico para que tuviesen recuerdos difusos de sus partos y poder actuar con mayor libertad.

Margarita Pérez tiene marcado el nacimiento de su hijo. El 5 de abril de 1981. Sor María Gómez Valbuena, la religiosa imputada por el robo de bebés, estaba junto a su cama, en la clínica Santa Cristina de Madrid. Margarita ha recuperado los documentos que prueban el nacimiento y el presunto robo de su hijo. Ella nunca vio al niño. Fue anestesiada, como otras muchas madres que han denunciado el robo de sus bebés.

Según ha confirmado a Espejo Público una matrona que trabajó en Santa Cristina, era habitual que a las parturientas se les administrara Pentotal sódico, un anestésico con el que las mujeres se quedaban medio dormidas. Las madres podían colaborar algo en el parto, pero no eran muy conscientes de lo que ocurría. De ese modo, no sabían si su hijo había nacido bien o no. Eran partos muy rápidos. Los bebés podían sufrir y solían extraerlos con ventosas. Esas sospechososas anestesias han dejado rastro en decenas de facturas de partos de mujeres que han denunciado el robo de sus hijos.

Un recibo de 7.000 pesetas por una anestesia está emitido por la propia Sor María Gómez y lleva el sello oficial de la Clínica Santan Cristina. Otras facturas también recogen distintas cantidades cobradas por el uso del pentotal sódico. La utilización de este anéstesico podía detener el parto. En ese caso, para acelerarlo, se administraba a las parturientas goteo oxitócico, como figura en esos documentos.

Como muchas madres que fueron anestesiadas, Margarita Pérez no sabe cómo nació su bebé. Ha tenido otros tres hijos y no puede olvidar las amenazas que sufrió por parte de Sor María.

 

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