EXCLUSIVA | VILANOVA I LA GELTRÚ

Un testigo que encontró el cuerpo sin vida de Laia: "Estaba todo revuelto, el colchón por ahí y salpicaduras de sangre en la pared"

Espejo Público ha tenido acceso al testimonio de uno de los testigos que entró en el domicilio de Juan Francisco y encontró el cuerpo sin vida de la pequeña Laia de 13 años. Relata que cuando él llegó el presunto asesino se encontraba tendido en el suelo y estaba recibiendo algunos golpes. Entonces él se adentró en la primera habitación de la casa en busca de la pequeña pero lo que se encontró fue su cuerpo sin vida debajo de un colchón. "La habitación estaba a oscuras con todo revuelto, el colchón por ahí y unas manchas en la pared con salpicaduras de sangre", relata.

Los vecinos de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) están conmocionados tras el crimen de una niña de 13 años en el bloque de viviendas donde residían sus abuelos. Especialmente quienes convivieron en el mismo edificio de Juan Francisco, el hombre en cuya casa apareció el cuerpo sin vida de la pequeña. Los vecinos describen al principal sospechoso del crimen, de 43 años, como "un hombre agresivo y con problemas con las drogas". Juan Francisco tenía una hija de la misma edad que la víctima y estaba separado de la madre de la pequeña. Desde que se separó había regresado al domicilio de sus padres, donde habría cometido el crimen.

El día en el que la asesinaron Laia había ido al colegio, después al parque y posteriormente a casa de los abuelos hasta que llegara su padre para recogerla como tantas otras veces. Pero aquel día ese encuentro entre padre e hija no se produjo. El padre esperaba y Laia no llegaba a bajar. Alertado por los abuelos, que le dijeron que hacía rato que la niña había salido de casa, comenzó una búsqueda desesperada de la menor en el entorno cercano al edificio. Después de una búsqueda infructuosa se dieron cuenta de que quizás Laia nunca había salido del edificio.

"El cuerpo de Laia estaba bajo un colchón con signos de asfixia y heridas de arma blanca"

El padre y los tíos de Laia preguntaron a los vecinos, puerta a puerta, si habían visto a la niña. Todo les pareció normal hasta que llegaron a la puerta de Juan Francisco. Les abrió con una toalla que le cubría la parte inferior del torso y recién salido de la ducha. Les dijo que no había visto a Laia pero su comportamiento les hizo sospechar y regresaron a su domicilio. Esta vez entraron por la fuerza y buscaron a la menor en la casa. Descubrieron su cuerpo sin vida en la única habitación del inmueble que estaba a oscuras. El cuerpo de la niña se encontraba debajo de un colchón con signos de asfixia y heridas de arma blanca.

Espejo Público ha hablado con un testigo que entró en la habitación donde estaba Laia después de que los tíos descubrieran el cuerpo. Asegura que al oír gritos entró en la casa de Juan Francisco. En ese momento le estaban agrediendo y el presunto asesino se encontraba tendido en el suelo. Este testigo tenía la esperanza de que la niña estuviera viva y la buscó por la casa. Encontró el cuerpo de la niña en medio de una escena siniestra: "La habitación estaba a oscuras con todo revuelto, el colchón por ahí y unas manchas en la pared con salpicaduras de sangre".

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