Luces de Navidad
'Turismo de polilla': ¿Es seguro ir a ver las luces de navidad?
Como cada año, muchos aprovechan el Puente de la Constitución y la Inmaculada para realizar viajes, principalmente con motivos navideños.
La atracción que sienten esos insectos por los objetos luminosos hace que muchos denominen como 'turismo de polilla' al que se produce estas fechas y busca los árboles más altos o los espectáculos de luz y sonido, especiales de estas fechas.
Y es que a lo largo del reciente Puente de diciembre se han producido numerosas aglomeraciones en varias de las grandes ciudades a lo largo de nuestra geografía.
Las luces de Navidad suponen desde hace años un importante reclamo turístico que muchos municipios tratan de explotar para incrementar sus ingresos en esta época en la que el gasto general aumenta.
El encendido del alumbrado navideño supone todo un acontecimiento en muchas ciudades, donde las luces de estas fiestas atrae a miles de ciudadanos al centro de las mismas.
Incidencias por las aglomeraciones
Durante esta primera semana de diciembre el Ayuntamiento de Madrid tenía que activar el 'nivel negro' por la alta ocupación de los alojamientos turísticos, que obligaba a desplegar un dispositivo especial de seguridad.
En Barcelona las fotos navideñas plantean un serio problema debido a que la gente invade las calzadas con el objetivo de obtener la mejor estampa navideña, lo que pone en juego la seguridad de peatones y conductores. En numerosas ocasiones tenía que actuar la guardia urbana por riesgo de atropello, como destacaba el periodista del programa, Miquel Valls.
En el caso de Málaga, unas de las peores acumulaciones de ciudadanos se producía en los andenes de la estación de tren, donde cerca de mil personas abarrotaban cada 20 minutos los vagones.
Todos estos inconvenientes del turismo de masas aumenta los riesgos para la seguridad de los ciudadanos, ya que pueden producirse estampidas la situación actual, con un nivel de alerta antiterrorista 4, hacía que tuviera que reunirse la Mesa Antiterrorista para estudiar la toma de medidas de prevención de atentados.
Semáforos para peatones
El colaborador de Espejo Público, Ángel Antonio Herrera, cuenta su experiencia, ya que reconoce haber vivido en primera persona la aglomeración. El también periodista y escritor explica que estas aglomeraciones "permiten no ver la ciudad" y expone que la opinión negativa de muchos comerciantes que ven como las personas se dirigen "donde acaba la multitud", y van a comprar determinados sitios. La muchedumbre estaría 'pastoreada' por los "semáforos para transeúntes", en referencia a la organización del tráfico de peatones establecida por ejemplo en el centro de Madrid.
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El resto de colaboradores debatían sobre la calidad de este turismo y las dificultades que plantea para desplazarse, visitar los distintos sitios o realizar las compras y el tiempo, muchas veces exagerado, que implican las elevadas concentraciones de personas en el centro de las ciudades, y destacan la imprudencia de muchos, que ponen su vida o la de sus familiares en riesgo, sin considerar la del resto.