Economía navideña
La trastienda de la Navidad: "Hay quien me echa un céntimo por una foto"
Muñecos callejeros, vendedores de muérdago, loteros ambulantes, vecinos… así se vive y se sobrevive en el entorno de la Plaza Mayor de Madrid durante la campaña de Navidad.
Dos mil seiscientos millones de euros. Eso es, redondeando, lo que se gastó sólo en la ciudad de Madrid durante la última campaña de Navidad. Una cifra cada año mayor que tiene una “cara b”, la de aquellos cuyas ganancias no cotizan ni figuran en ninguna estadística. Sumar un puñado de euros es para ellos cuestión de doce horas al frío.
“Ni cuento de Navidad, ni nada”
Bart Simpson vestido con la camiseta de Mbappé nos saluda con el grito característico de Cristiano Ronaldo. Una curiosa mezcla que busca entre las familias algún padre rumboso que le dé unas monedas por una foto con sus hijos, sobrinos o nietos: “en Navidad puedo ganar cuarenta o cincuenta euros al día”, afirma Bart, aunque este año está más flojo que otros. Unos metros más allá, el monstruo azul gigantesco de una película animada escucha sonar su hucha con una moneda: “Hay gente que te echa un céntimo por una foto. Muchos se hacen los locos, se hacen la foto y no echan nada”. Para este monstruo la Navidad no tiene ningún cuento: mucha masificación, mucha vigilancia policial, y pocos ingresos.
Jugar al gato y el ratón con la Policía: “No somos ambulantes, somos tradición”
Maite nos atiende con un ojo mirando a la patrulla de policía y nos responde corriendo y chocando con los transeúntes. Nos cuenta que los agentes les multan con ciento cincuenta euros por ejercer la venta ambulante: “No somos vendedores ambulantes, somos una tradición”, asegura corriendo. Maite vende lotería en la calle desde hace décadas. Pertenece a la tercera generación de vendedores que vocean los números de Doña Manolita por una comisión de dos euros el décimo. Son lo que evitan que usted haga cola a la puerta de la Administración.
Balance: cinco euros por tres horas de trabajo
Tres horas después nos encontramos de nuevo con Bart Simpson. Se ha quitado la cabeza de espuma y cuenta las monedas de la mañana: cinco euros. Aún queda día para alcanzar los cuarenta o cincuenta. Pero sin duda, el día se hará muy largo.
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