RECONCILIACIÓN TITA Y BORJA
Tita Cervera: "Mi hijo y yo estamos muy felices"
Hablamos con la baronesa Thyssen en primicia en Espejo Público durante la presentación de una exposición. La baronesa Thyssen confirma que ha hecho las paces con su hijo Borja, "Borja y yo estamos muy felices, y Blanca está muy bien con su embarazo" es lo que nos cuenta la propia Tita Cervera.
Durante siete años Tita Cervera y su hijo Borja han mantenido una guerra encarnizada marcada por mutuas demandas que al parecer habrían llegado a su fin. Este verano estará marcado por una reconciliación que parecía casi imposible, juntos pasan estos días en la casa que Tita tiene en Sant Feliú de Guisols. El deseo de la baronesa se ha cumplido.
Siete años de distanciamiento en los que se han sucedido capitulos propios de un culebrón de primera. Tita nunca vio con buenos ojos la relación de su hijo con Blanca Cuesta que veía a la joven como a una amenaza para el patrimonio de Borja, se conocieron cuando él tenía sólo 17 años y ella era una enfermera cinco años mayor que él. Pero fue el anuncio de la boda el detonante que alertó a Tita para investigar a la que hoy es su nuera, la investigó fiscalmente para demostrar que no contaba con bienes propios y que todo lo que tenía se lo debía a Borja. La baronesa tampoco se cortó un pelo cuando puso en duda la paternidad de Borja que demostró con cinco pruebas de ADN, algo que la pareja aún no habrá olvidado. La batalla de Borja por recuperar toda su herencia ha sido también una cosntante en los últimos años, la baronesa acusó a su hijo y a su nuera por revelación de secreto mientras que Borja le reclamaba judicialmente un Goya que le dejó el barón en propiedad.
También llevó a su madre hasta los tribunales de Bermudas para reclamar información sobre sus derechos del acuerdo familiar de Basilea y lo ganó, la justicia le dio la razón. Y para los anales de la polémica relación de madre e hijo quedan estas imágenes que se grabaron la noche en la que Borja y Blanca se introducían clandestinamente en casa de Tita para sustraer documentos, algo que por supuesto la baronesa denunció. Pero a día de hoy las cosas son muy distintas.
Ya se habla de una suculenta exclusiva que refleje ese reencuentro y lo que es más ¿es una reconciliación forzada por los intereses económicos de ambas partes o es una reconciliación auténtica en la que prima el amor de madre?