Guerra al turismo

Activistas anti turismo: agresividad, tensión y acoso contra familias de viajeros en Barcelona

El pasado fin de semana se celebró una manifestación muy numerosa por las calles de Barcelona. El lema: 'Tourists go home'. La concentración, contraria a la masificación y la pérdida de calidad de vida de los vecinos, reclamaba un nuevo modelo turístico.

Durante los últimos meses y más aún en las últimas semanas, con el comienzo de la temporada vacacional de la mayoría de ciudadanos, se han producido una gran cantidad de concentraciones, manifestaciones y actos de protesta contra el turismo. La mayoría de ellas reivindican un cambio en el actual modelo de turismo, denunciando la masificación que sufren en muchos lugares, y numerosos perjuicios que tendría actualmente el turismo en la vida de los residentes de las zonas que reciben un mayor número de visitantes.

El último episodio de la guerra entre habitantes y turistas se vivó el pasado fin de semana en Barcelona.

Agresividad y acoso

Normalmente esos eventos se desarrollan sin incidentes, y transcurren con normalidad. Sin embargo la multitudinaria manifestación, que el pasado sábado recorrió buena parte del casco antiguo de la Ciudad Condal, dejó imágenes alarmantes.

Al llegar la marcha a una zona del recorrido, los manifestantes se encontraron con distintos grupos de turistas como parejas, o familias con niños. Los viajeros disfrutaban de un momento de descanso, disfrutaban de un refresco, o aprovechaba de una pausa para comer, cuando unas cuantas personas que participaban de la protesta les increparon, echaron agua, y trataron de precintar con cinta las terrazas de los negocios en que se encontraban.

Por todos los ataques y la atmósfera de tensión que se generó, muchos de los que se encontraban en esos locales decidieron abandonar el lugar.

"Horrible, no me representa"

La periodista Susanna Griso, al contemplar lo ocurrido exclamaba: "¡Que horrible eso, que mal!"

Al ver, que entre las personas que sufrieron el acoso de los manifestantes exaltados, la presentadora de Espejo Público sentenciaba: "Horrible, como barcelonesa, esta gente no me representa".

El periodistaÁngelAntonioHerrera, apuntaba que esto sería consecuencia del grave problema de vivienda que afronta nuestro país. Aun así, todos los presentes en plató coincidían en los hechos que se produjeron en Barcelona no estarían justificados, ni mucho menos.

"Que se encaren a los políticos. Que pidan más vivienda social"

Susanna Griso

Recordaba la presentadora que nuestro país está muy por debajo de la media de la Unión Europea en cuanto a porcentaje de vivienda pública. Enfrentaba los datos de España, un 2%, frente al 9% de los países de nuestro entorno, y aseguraba: "Estamos muy por detrás".

"Meras anécdotas"

Martí Cusó, activista anti turismo y uno de los organizadores de esa manifestación, calificaba de "anécdotas" los desagradables incidentes que se vieron en la protesta. Añadía además que no representaría el sentir de la concentración.

"La manifestación daba respuesta a un malestar latente, que hay desde hace muchos años en Barcelona, respecto al modelo económico de ciudad", explicaba el joven.

Esgrimía una serie de inconvenientes y efectos negativos que tendría el actual modelo de turismo sobre la población local y su calidad de vida. Hechos que eran comprendidos e incluso compartidos por varios de los presentes en el programa.

"El malestar se expresa de muchas formas"

Sin embargo el punto de discrepancia llegaba a la hora de condenar los actos protagonizados por algunos de los presentes en la protesta del sábado. El joven evitaba pronunciarse sobre esos hechos, llegando incluso a 'hacerse el loco', ignorando por completo las preguntas que le realizaban, y se limitaba a decir: "El malestar es evidente, y en una manifestación de miles de personas, como fue el otro día, se expresa de muchísimas maneras".

¿Condena de los ataques?

"Cada vez que hablo con Martí parece que 'pase un ángel"

Susanna Griso

Susana Griso compartía la "vergüenza ajena" que sentía con Martí, al que aseguraba que esas formas no la representarían en manera alguna. Sin embargo él no ha podido aportar ninguna repuesta sobre esos actos ya que no escuchaba lo que se estaba hablando en el plató de Espejo Público.

"O no escucha o no quiere escuchar", acertaba a decir Ángel Antonio.

Finalmente, resuelto el problema con el audio y ante la insistencia de Susanna y los colaboradores del programa, Martí se pronunciaba: "Yo, como persona no lo condeno. ¿Por qué tengo que condenar algo? No es mi trabajo. Mi trabajo es difundir el objetivo de la manifestación".

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