NIÑOS ROBADOS
"Tenemos una niña para tí"
Inés Pérez tiene 87 años y ahora, por primera vez, desvela en público su secreto. Su hija, también llamada Inés, no es su hija biológica como atestigua su partida de nacimiento. Es un regalo del director de la La Clínica San Ramón de Madrid.
Inés había ayudado a unas monjas a cuidar algunos niños desamparados. Un jesuita, amigo de la familia les quiere devolver el favor. Un día recibió una lamada de la clínica, "me dijeron que me presentase en la clínica con ropa de niño recién nacido. Cuando me presenté en el sanatorio, bajó el doctor y me dijo que tenían una niña para mí". De esta forma tan sencilla, Inés salió de la clínica con todos los papeles en regla que aseguraban que había tenido un parto y una hija.
Inés le contó a su hija toda la verdad a los 20 años. Sobre su familia biológica, el jesuita solo ofreció una pista antes de morir, "le dijeron a mi madre que no le podían decir nada porque mi madre biológica era una señora casada y que se formaría un gran escándalo".
Tampoco está segura de que esto sea cierto, sospecha incluso, que pueda ser una niña robada. Solo tiene claro que, 41 años después, tiene derecho a conocer su auténtica identidad.