Julián Muñoz
Susana Díaz, sobre la muerte de Julián Muñoz y su vida marcada por la corrupción: "Fue artífice del mayor latrocinio que se ha conocido"
El fallecimiento de Julián Muñoz, exalcalde de Marbella, revive en 'Espejo Público' el debate sobre la corrupción en la política española y el impacto del Caso Malaya en la historia reciente del país.
El programa 'Espejo Público' ha dedicado una de sus mesas de debate al fallecimiento de Julián Muñoz, el exalcalde de Marbella que murió a los 76 años debido a un cáncer de pulmón. Muñoz, cuya figura estuvo profundamente marcada por su implicación en el Caso Malaya, uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia de España, pasó sus últimos días en un hospital de la localidad malagueña rodeado por su familia. Esta mañana, Susanna Grisso abrió el espacio preguntando a los invitados su opinión sobre el legado que deja el exalcalde, un personaje que pasó de ser un símbolo del poder municipal en la Costa del Sol a un emblema de la corrupción en la política local.
"Fue el artífice del mayor latrocinio que se ha conocido en un ayuntamiento"
Susana Díaz, senadora del PSOE y expresidenta de la Junta de Andalucía, no dudó en expresar una visión crítica del mandato de Muñoz, señalando que "fue el artífice del mayor latrocinio que se ha conocido en un ayuntamiento", refiriéndose al escándalo del Caso Malaya, que puso al descubierto una vasta red de corrupción y blanqueo de capitales que involucraba a altos cargos del Ayuntamiento de Marbella. Díaz calificó esos años como "una vergüenza, un escándalo", lamentando cómo el dinero público fue desviado en beneficio personal de quienes gobernaban, dejando a la ciudad sumida en una profunda crisis institucional y económica.
El periodista Carlos Segovia, subdirector y corresponsal económico del diario El Mundo, fue otro de los participantes en el debate, y abordó la cuestión de si alguna parte del dinero robado ha sido recuperada tras las condenas impuestas a los responsables. Aunque reconoció que se ha conseguido recuperar parte de los bienes desviados, Segovia admitió que "seguramente todo no", destacando lo complicado que resulta revertir por completo el daño causado por un entramado de corrupción de tal magnitud. Según los expertos, el impacto de la trama Malaya aún se siente en la economíalocal de Marbella, que ha tenido que luchar durante años para rehabilitar su imagen como uno de los destinos turísticos más importantes de España.
“El peor de los legados”
La periodista y politóloga Laura Teruel intervino posteriormente, recordando que el legado de Muñoz no solo afectó al Ayuntamiento de Marbella, sino que su implicación en este caso dañó gravemente la reputación de la Costa del Sol en su conjunto. Teruel señaló que “el peor de los legados” de Muñoz fue haber dañado el tejido social y político de una región que, antes del escándalo, se había erigido como un emblema del turismo y la prosperidad. La percepción de Marbella, y en particular de su clase política, quedó profundamente manchada, lo que tuvo repercusiones más allá de las fronteras del municipio.
Marta Gómez Montero, también periodista, agregó que la figura de Muñoz y su papel en la corrupciónrepresentan lo que sucede cuando la política se convierte en "un servicio propio" para quienes están en el poder. Gómez Montero recordó cómo estos escándalos han alimentado el creciente escepticismo ciudadano hacia las instituciones y la política en general, fomentando la creencia de que muchos entran en el servicio público para enriquecerse.
Más Noticias
Inseguridad y precariedad en el corazón de Chamartín: un poblado chabolista a pocos metros de viviendas de lujo Yotuel responde en Espejo Público a las acusaciones e insultos de Willy Toledo: "Están llenos de odio y de mentira" Manu Tenorio y Silvia casas hablan de sus problemas de pareja: "Pues sí, tenía crisis"
Concluyó reflexionando sobre cómo la figura de Julián Muñoz, que en algún momento fue vista como un hombre fuerte dentro de la política local, se convirtió en un símbolo de la corrupción institucional en España. El Caso Malaya no solo dejó una cicatriz profunda en la historia reciente del país, sino que también llevó a la reflexión sobre la necesidad de mayor transparencia y control en las administraciones públicas para evitar que se repitan episodios similares.