CRIMEN DE CALA CORTINA
Las sospechosas conversaciones de los agentes investigados por la muerte de un hombre en Murcia
Espejo Público ha tenido acceso a las conversaciones entre los policías acusados de la muerte de un hombre en Cartagena. Unas conversaciones grabadas por asuntos internos de la propia policía y que no dejan en muy buen lugar a los agentes que trabajaron en aquella noche.
Se investigaba la muerte de Diego Pérez. Su cadaver fue hallado en el mar, en la Cala Cortina. Un testigo dice haber visto a Diego, por última vez, subir a una patrulla. Esa patrulla acudía por una llamada de auxilio del propio Diego. Él creía que unos vecinos lo iban a matar.
091- Comisaría buenas tardes.
Diego- Buenas tardes, estoy aquí, que me quieren pegar, que me quieren pegar dos tiros y, y, y... estoy aquí en mi casa encerrao.
091- ¿Qué le quieren pegar dos tiros?¿Quién?D- Una gente porque cogí unas bicicletas sin darme cuenta y, y, y se las quiero pagar y no me hacen caso.
091- ¿Dónde es esto?
D- En las seiscientas.
091- ¿Pero en que calle?
D- Estanislao Rolandi, 231
091- Vale, pues ahora mando un coche. Venga hasta ahora.
Hasta aquí tenemos un requerimiento normal y una actuación habitual. Tras esta primera llamada de auxilio de Diego, de la víctima, hubo otra. En la segunda llamada, Diego insiste en que le quieren matar personas con escopetas. Una patrulla acudió a esa llamada. Aseguran que no había nada. Pero la conversación entre los patrulleros y la sala encargada de coordinar los vehículos policiales no deja en muy buen lugar a los agentes, aunque nada en esa conversación les incrimina.
ZETA- Si, adelante
091- ¿Oye lo del zumbao este de primera hora, de ahí de las seiscientas, al final qué mierda era?
ZETA- Nada, eso se le informó... se resolvió con presencia. Él decía que él había robado dos bicicletas, y a los que le había robado las bicicletas venían a matarlo, y ya está. Entonces, cuando nos hemos enterado que era por eso, pues le hemos dicho de "to", y ya está, se ha ido a su casa.
ZETA 2- No hay robado.
091- Ya, pero que allí, otra parte no había ni nada... es que me ha vuelto a llamar y dice que están allí con escopetas, que no sé que.
ZETA- No, la otra parte no había nada de nada, claro que no. Probablemente hayan ido, ya te he dicho. Este ha dicho que él había hurtado, le había robado las bicicletas a unos, y lógicamente y justamente los otros habían ido a matarlo, así que nosotros hemos dicho: Oye pues no está mal, que es lo legal ¿no? Claro. Entonces pues si ahora han ido a cobrarse justicia pues...
ZETA 2- ¡Dios lo ampare en su gloria!
ZETA- ¡Jajaja...!
091- Ya, por eso, que no se yo la credibilidad que darle al zumbado este.
ZETA- Hombre, tenia un poco pinta de estar un poco... Tenía un libro de la biblia, iba leyendo por si lo mataban pa que Dios lo acogiera en su seno... antes de morir... iba un poco, no sé, él tenía un poco de miedo.
Pero otra conversación entre los policías llama la atención de los investigadores. La razón principal es una frase: "el mar se lo bebe todo", una frase que cobra cierta relevancia tras la aparición en el mar del cadáver de Diego en la Cala Cortina, aunque nada en la conversación hace una referencia explícita a este suceso.
- No quiero prisioneros ¡Todos muertos!
- ¡Hay un mar estupendo! Toda, todo lo que rodea mi castillo...
- ¡El mar se lo bebe todo!
- No quiero que me contéis que habéis matao a alguien, es una cosa que no quiero saberla.
- No te preocupes, confía en el compi.
- Bueno, si, me gusta, me gusta saberlo.