Hábito peligroso

Los riesgos de la mucofagia: el placer de comerse los mocos

Una doctora en microbiología nos habla de los riesgos de ingerir nuestros propios mocos. Un hábito que puede costarnos la salud.

La imagen de Ronald Koeman, entrenador de Países Bajos, comiéndose los mocos ha abierto en Espejo Público el debate acerca de un curioso hábito: la mucofagia. Quienes lo llevan a cabo se sacan los mocos de la nariz para después comérselos. Una tesitura en la que han sido captadas otras personalidades como Taylor Swift en uno de sus conciertos de Madrid o una diputada de Esquerra Republicana en plena sesión.

Espejo Público habla con Mar Casal García, médico de microbiología. Asegura que sacarnos los mocos es un gesto habitual en nuestro día a día. Según los estudios, solemos hacer este gesto, muchas veces de manera involuntaria, una vez por hora aproximadamente. Hay una media que dice que incluso 20 veces al día. "Muchas veces es por el placer de meter el dedo y ver qué cosas encontramos dentro de la nariz", señala la doctora.

"Si nos metemos los dedos dejamos las bacterias dentro de las uñas

Otra cosa sería el hecho en sí de comernos los mocos. La nariz tiene una mucosidad que impide la entrada de virus y bacterias, explica Mar Casal. Si metemos el dedo tenemos la opción de tener esas bacterias dentro de las uñas. Por otro lado, si en vez de por la nariz lo que hacemos es comerlos, si comes mucha cantidad estamos metiendo virus y bacterias en el intestino con nuestra macrobiota.

Comer mocos te puede crear una sensación de nauseas o mala digestión. "No hay que pensar que cuando uno está con mocos realmente ya está malo. Es una cosa que muchas veces hacemos sin darnos cuenta y otras veces por gusto", mantiene.

Como recomendación para poner freno a este hábito recomienda trucos como pintarse las uñas con un esmalte de mal sabor. En ese caso cuando te llevas la mano a la boca el sabor desagradable hace que inconscientemente saques es gesto de tu rutina.