Ana Obregón

El Rey emérito ayudó a Ana Obregón durante el tratamiento de Aless Lequio: "Le faltó tiempo para ayudar a una madre desesperada"

Este miércoles se ha publicado 'El chico de las musarañas', el libro de Ana Obregón, que su hijo comenzó a escribir cuando fue diagnosticado de cáncer. En él hay numerosas confesiones y hechos vividos en el transcurso de la enfermedad de Aless Lequio, como el brazo tendido por el Rey emérito en un momento duro.

'El chico de las musarañas' es el libro que Aless Lequio comenzó a escribir cuando le diagnosticaron el cáncer por el que falleció. Se ha publicado este miércoles. En él, Aless y su madre, Ana Obregón, relatan al detalle el doloroso proceso que vivió la familia desde que el joven comenzó su trágico recorrido por los hospitales. Entre estas confesiones, Obregón desvela el favor que el Rey emérito les hizo en un momento clave y que detalla que "jamás olvidaré".

Así ayudó el Rey Juan Carlos I a Ana Obregón en el tratamiento de su hijo

Ana García Obregón ha revelado en su libro 'El chico de las musarañas' cómo el Rey Juan Carlos I la ayudó para que pudiera prolongar su estancia en Estados Unidos, lugar donde Aless Lequio recibió su tratamiento para el cáncer que padecía.

La bióloga escribe en el libro que "al Rey emérito le faltó tiempo para ayudar a una madre desesperada por salvar la vida de su hijo", algo por lo que "le estoy infinitamente agradecida y no lo olvidaré jamás". Confiesa que "a los dos días teníamos la cita con los informes médicos donde nos ampliaron la estancia en América por motivos médicos y por fin respiramos tranquilos".

Contactaron con La Casa Real, y aunque el Rey Felipe VI tardó algo más en contestar, fue el propio Aless quien se puso directamente en contacto con su tía Olimpia, que es prima hermana del rey Don Juan Carlos. El propio Rey emérito se puso en contacto con ellos para ayudarles.

'El chico de las musarañas'

"Para mi hijo Aless, el amor de mi vida", esa es la dedicatoria con la que Ana Obregón da inicio al libro, que ya tiene una segunda edición, tan solo con las preventas. Fue Aless Lequio el que comenzó a escribir el libro cuando le diagnosticaron cáncer. Tiene 312 páginas, 72 de ellas escritas por el joven fallecido a los 27 años.

En las páginas de este libro, Aless Lequio utiliza a las musarañas y personajes ficticios para mostrar pensamientos e ideas a lo largo de su enfermedad, como que "la eterna felicidad es para el eterno gilipollas". "Una pesadilla con la que llevaba luchando dos meses sin mediar palabra con mis padres hasta que la situación fue insostenible", cuenta.

Sobre su madre escribe: "mi madre es actriz, de las que han peregrinado en Hollywood, de las que nunca dejan de trabajar (...) Hacerse el tonto es de listos y ella se lleva el Óscar".