La retahíla de adicciones del fallecido actor Matthew Perry: 30 pastillas y un litro de vodka al día

El actor Matthew Perry ha muerto a los 54 años en su casa de Malibú. El mismo intérprete ha contado en alguna ocasión que no ha tenido una vida fácil. Tocó el cielo como actor gracias a la fama que le dio el personaje de 'Chendler' en la serie Friends pero también conoció el infierno del alcohol y las drogas. Él mismo ha contado que llegó a asistir hasta a 6.000 sesiones de Alcohólicos Anónimos para dejar atrás una adicción que finalmente no llegó a superar.

El actor ha sido hallado muerto en el interior de su jacuzzi de la casa en la que vivía en Malibú. Murió ahogado y a falta de la autopsia, fuente del caso apuntan a que podría haber sufrido un paro cardiaco.

Una de las frases que más repetía era: "No soy Chendler", lo hacía para huir del personaje que le hizo tan conocido. La presión de la fama agravó sus problemas con el alcohol y las drogas.

En 1997 empezó a tomar biodina para huir del dolor y de sí mismo tras sufrir un accidente de moto acuática. Contaba en su biografía que llegó a tomar 30 pastillas y un litro de vodka al día. "Los adictos tenemos una enfermedad a la que no le importa si tienes éxito o no", decía. Contó además que se llegó a gastar 7 millones de dólares para mantenerse alejado de sus adicciones y acudió además a 15 sesiones de rehabilitación.

Pasó 2 semanas en coma por el consumo de opiáceos

Con 49 años pasó 2 semanas en coma tras estallarle el colon por consumo de opioides. Entonces, los médicos le dijeron que tenía un 2% de posibilidades de sobrevivir. Finalmente superó aquel trance y aquel fue un punto de inflexión para dejar de lado la oxicodona. En 2019 Matthew se reencontró con el resto de actores. Su estado físico llamó la atención del resto de espectadores. Contaba en sus memorias que con 14 años empezó a beber y con 20 ya se dio cuenta de que tenía un problema de alcoholismo.