Restos de ADN en la escena del crimen de Javier Ardines dan un vuelco al caso: barajan un crimen pasional
El hallazgo de restos de ADN en la escena del crimen del concejal de Llanes, Javier Ardines, ha dado un giro al caso. Se trata de la huella genética de un varón. Tras cotejar la muestra los investigadores se inclinan a pensar que el asesinato de Ardines se produjo por un móvil pasional, no por un motivo laboral como se había barajado. La tremenda virulencia del ataque a Ardines y el resultado de los interrogatorios posteriores inclina ahora las pesquisas en esta dirección.