Economía

¿Con qué trucos podemos saber si hay una subida encubierta de los precios?

Muchas empresas han optado por mantener los precios pero han reducido la cantidad de producto, la reduflación es una estrategia comercial en tiempo de crisis.

Con la subida de los precios llega otro fenómeno, la Reduflación. Consiste en no subir los precios, o subirlos poco, pero mermar la cantidad del producto con todo tipo de técnicas que pasan más desapercibidas para los consumidores. En "Espejo Público" nos hemos ido al supermercado para buscar en qué productos ocurre estos efectos.

La reducción silenciosa

La guerra a la reduflación ha comenzado. El gobierno de Francia ha anunciado recientemente que los fabricantes estarán obligados a advertir con carteles informativos si se ha rebajado al cantidad de producto. Nuestros vecinos están tramitando un proyecto de Ley que prevé que los supermercados y las tiendas tengan que avisar a los consumidores si las marcas aplican esta "reducción silenciosa". Si la ley sigue adelante y los plazos se cumplen a partir del 1 de julio los franceses podrán saber por ley que productos sufren el fenómeno de la reduflación. Durante dos meses un cartel informativo avisará en que productos alimentario o no se ha recortado al cantidad que se vende.

Esta lucha contra una subida de precio encubierta también se está en EE.UU. Hasta Joe Biden ha lanzado alertas sobre esto, el pasado mes de febrero, el presidente americano dejaba un vídeo donde señalaba lo que muchos hemos notado "La bolsa de patatas fritas tiene cada vez menos patatas fritas". En España se está estudiando adoptar algunas medidas pero de momento no hay nada concreto.

¿A qué productos afecta?

Para la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), según su portavoz Enrique García "aunque es una práctica legal resulta engañosa" a ojos del consumidor que se fija en el precio pero no suele mirar si en la etiqueta han disminuido los gramos que compra. Según los datos de la OCU esta táctica silenciosa supone que en muchos productos de la cesta de la compra se ha recortado hasta un 10% la cantidad de producto que se ofrece. Un ejemplo muy común son los paquetes de pasta donde algunas marca hace tiempo que han reducido 50 gramos a los envases de 500 gramos, esto supone llevarnos a casa un 10% menos de producto.

La OCU ya ha denunciado esta práctica y ha puesto algunos ejemplos:

Cacao: 40 gramos menos

Paquetes de pescado congelado: 40 gramos menos

Yogures: 5 gramos menos

Pastas de spaghetti y macarrones: 40 gramos menos

Dulces empaquetados: 5 doritos menos por bolsa

Mantequillas: 50 gramos menos

Pero la lista de productos afectados por la reduflación es enorme. Sólo hay que buscar en las redes sociales para encontrar decenas de artículos donde se ha reducido la cantidad que nos llevamos a casa:

- Tabletas de chocolate más pequeñas o más finas

- Rollos de papel higiénico menos anchos

- Bolsa de patatas fritas con menos patatas o patatas más pequeñas en las latas

- Lomos de salmón más pequeños o menos unidades

- Menos pastillas del lavavajillas.

- Menos unidades de golosinas

- Menos lonchas de jamón o queso

- Reducen los repuestos de las maquinillas de afeitar

- Botellas de agua con más vacías

La lista de trucos

El mejor truco es mirar los gramos de producto que nos venden y compararlo con el precio, es decir, no dejarnos engañar por el envase que se nos ofrece. Pero además de esto podemos recurrir a un par de tucos básicos para saber si hay mucho envase y poco relleno:

- Mover las bolsas y palpar el "aire" de la bolsa

- Escuchar el sonido de las cajas de infusiones. Si las bolsitas se mueven mucho dentro habrá muchas menos bolsas que las que imaginamos.

- Dar la vuelta a los botes de especias y ver hasta donde llega el producto. A veces la etiqueta y parte del tapón esconde la parte de vacío que nos llevamos

- Fijarnos en el número de las lonchas

Dicho esto hay que aclarar que las bolsas de patatas fritas o este tipo de productos necesitas llevar lo que llamamos "aire" que en realidad es nitrógeno que ayuda a conservar el sabor de las patatas y que no se pongan rancias además de protegerlas para que no se rompan. El problema es que las marcas están abusando de este relleno conservante y las bolsas cada vez están más vacías de producto, nos llevamos a casa más "aire" y menos producto.