Pelea con una catana
El propietario del supermercado que ataca a un hombre con una catana: "Qué hago me quedo quieto a que me maten"
Conflicto vecinal en Alginet, Valencia, donde un grupo de vecinos acusan al dueño de un supermercado de amenazarles con una catana.
Un grupo de vecinos denuncian al propietario de un supermercado en Alginet, Valencia, por, presuntamente amenazarles con una catana. Aseguran que las peleas son constantes pero él desmiente las acusaciones y alega que su actuación fue en defensa propia.
Espejo Público se ha puesto en contacto con todas las partes de este conflicto vecinal para escuchar las versiones de ambas partes. Vicente, el propietario del supermercado, asegura que todo lo que cuentan son una "sarta de mentiras" y narra los siguientes hechos.
Vicente relata que "cuatro gitanos se sientan en una mesa empiezan a beber y a gritar y había dos mesas de personas mayores en frente" que pidieron a la camarera que les dijese que bajasen la voz porque "estaban molestando". Cuando la camarera hizo tal petición fue cuando comenzó el conflicto ya que la respuesta de este grupo de personas fue: "Nosotros somos gitanos y hablamos así" además de espetarle: "Quiero hablar con tu jefe".
Este fue el detonante de la primera de las peleas. Se personó la Guardia Civil aunque dice que tardaron 20 minutos y se pregunta: "En 20 minutos qué hacemos, me quedo quieto a que me maten a mí también".
Vicente prosigue asegurando que un grupo regresa a las 17:00 horas, entre ellos un hombre al que el dueño de este supermercado identifica como 'El Caga' y que asegura que "acaba de salir de prisión". En este segundo encuentro "la lían con la camarera y el padre de la chiquilla" que había ido a tomar un café al bar.
"Yo cuando veo todo el follón entro corriendo e intento pararlo y 'El Caga' me dice: 'Tú no te metas que te corto el cuello'". Según la versión de Vicente en ese momento le pide que salga a la calle y aunque dice que "golpearon a la chiquilla con una silla que la dejaron medio muerta en el suelo" parece que al llegar los agentes vuelve a calmarse la situación hasta la hora del cierre a las 21:30 horas cuando, según el propietario del establecimiento, "empiezo a escuchar porrazos en la puerta" y "revientan la puerta del supermercado cuando ya estaba cerrado" dando lugar a la última pelea.
Pau es el vecino que ha denunciado haber sido agredido con la catana, muestra a Espejo Público el corte en una mano por la que tiene varios puntos de sutura y asegura que ahora tiene "miedo". "Nos ha amenazado de muerte, tenemos miedo de salir a la calle" asegura Pau a las cámaras del programa que dice que recibió el corte mediando para evitar que la catana golpease a su hija.
Alegría, la mujer de Pau, explica en directo que su hija se acercó al supermercado por la noche para preguntar qué había ocurrido horas antes con su padre y acusa a Vicente de sacar la catana "no solo ahí, a veces también la saca a clientes".
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Vicente reconoce que existe un corte con la catana y dice "Yo saqué la catana con la funda porque estaban pegando a mi hermano" y añade: "La catana está enfundada, cuando él me para con las manos se sube la funda y es ahí cuando se corta". Además, el propietario asegura que en la calle uno de estaba con un martillo y otro con un cuchillo.