"Te piden entre 50 y 400 euros por una cita previa" , así es el mercado negro de las citas con la adminsitración

Conseguir cita previa con la administración para realizar muchas gestiones es misión imposible. En el registro civil de Madrid, por ejemplo, si necesitamos iniciar los trámites para el matrimonio habrá que hacerlo con casi un año de antelación para garantizarnos que llegamos a tiempo a la fecha de la boda. Otras gestiones como pedir la nacionalidad o trámites con la residencia directamente a estas alturas es imposible. No hay cita previa. Fuentes del sindicato de CISIF explican que "están saturadas las citas y de momento no hay calendario para solicitarlas".

El mercado negro de la cita previa

Y detrás de este colapso administrativo las mafias han encontrado un negocio redondo: la venta ilegal de citas. En la cola de la calle Pradillo de Madrid cada día hacen cola decenas de inmigrantes que necesitan regularizar su situación, allí muchos de ellos nos reconocen que tienen cita previa, que es gratuito, porque después de meses intentando conseguir una cita han acudido al "mercado negro de las citas previas". Depende de la urgencia que tengamos el precio varía. Adonias, un colombiano de 40 años, nos enseña su cita en el móvil y cuando le preguntamos cómo la consiguió nos explica que a través de un bufete de abogados especializado en extranjería consiguió un contacto que le facilitó la cita a cambio de pagar 100 euros. El dinero lo envió por bizum, nos dice, y le reenviaron la cita al móvil. De entrada le pedían 120 euro pero logró que le hicieran una "rebaja" y terminó pagando 100 euros por una cita previa para dentro de un mes. Si necesitaba que la gestión fuera urgente debería pagar "350 euros por una cita previa para el día siguiente".

Los estafadores se aprovechan del colapso administrativo

La pregunta es ¿Cómo consiguen las mafias hacerse con citas previas para venderlas en el mercado negro? No lo sabemos pero la realidad es que ese mercado negro de las citas existe y esas citas son reales porque a la mayoría de los que compraron esas citas les atendieron sin problema. Eran citas reales que se habían conseguido en el mercado negro.

Pero no todas las citas del mercado negro son citas reales. En algunos casos detrás de esta "cita pagada" hay una estafa. Los estafadores envían documentos simulando los originales y una vez que cobran no vuelven a saber nada de ellos, los teléfonos no responden y nadie les devuelve el dinero. Una situación que les deja en el punto de partida: sin cita y sin dinero.