Parricidio
El padre que mató a sus hijas en Almería les suministró pesticida y posteriormente lo ingirió él
La localidad de Abla (Almería) está volcada con la madre que ha perdido a sus hijas de 2 y 4 años, asesinadas por su progenitor. Había denunciado al padre de las niñas por maltrato y en 3 semanas se celebraba el juicio.
Un hombre de 35 años ha terminado con la vida de sus hijas de 2 y 4 años en Alboloduy (Almería). Mantiene Susanna Griso que la autopsia ha revelado que el parricida terminó con la vida de las niñas suministrándoles pesticida, una sustancia que él tomó posteriormente para acabar quitándose la vida.
El asesino había sido denunciado por la madre de las niñas en varias ocasiones por malos tratos. Una de las últimas palizas se la propinó estando esta embarazada de su última hija. El juez había interpuesto a este padre una orden de alejamiento respecto a su mujer, estaba fichado por el sistema Viogen y llevaba una pulsera de seguimiento telemático. Quedaban 3 semanas para que se celebrara el juicio por maltrato.
El juez prohibió las visitas a las niñas, que se retomaron por mutuo acuerdo de los padres
Pese a que el juez interrumpió las visitas a las niñas por parte del padre estas se retomaron por mutuo acuerdo de los progenitores. En un primer momento estas visitas estaban supervisadas desde un punto de encuentro pero finalmente ambos padres prescindieron de este recurso y eran ellos mismos quienes trasladaban a las pequeñas para que el padre pudiera pasar unas horas con las niñas los fines de semana.
El pasado domingo la madre de las niñas comenzó a alarmarse al ver que hacía ya 2 horas que su expareja tenía que haberlas llevado de vuelta a Abla (Almería), localidad donde residía ahora la progenitora. Después de llamar por teléfono al padre y ver que este no cogía el teléfono llamó a la Guardia Civil, que le recomendaron personarse en la casa de su expareja y le indicaron que volviera a llamarles si no encontraba a sus hijas. Tal y como relató en Espejo Público un amigo de la madre, tras llegar al cortijo donde estaban las pequeñas la madre se las encontró tumbadas en la cama junto al progenitor. Minutos después agentes de la Guardia Civil certificaron que los 3 estaban sin vida.
Los vecinos de Abla se están volcando ahora con esta madre que está devastada tras los hechos. Los habitantes del pueblo están haciendo una colecta para ayudarle a pagar los sepelios de las pequeñas ya que ella carece de recursos económicos.
¿Un error del sistema?
La fiscal especializada en violencia de género Teresa Peramato reconocía en Espejo Público un error por parte del sistema que permitió las visitas de este padre siendo él un maltratador. Planteaba que debería debatirse la validez del mutuo acuerdo en estos casos pudiendo este ser revocado por la Fiscalía y el juez.
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Apunta la periodista Ainhoa Martínez que la ley del menor prohíbe que haya visitas a una persona que esté en un proceso por violencia de género. Pide que se aplique la ley y en este caso es rotunda: "Ha fracasado el sistema". Añade que esta madre estaba en una situación de máxima vulnerabilidad. Ella quería irse a Rumanía pero no tenía el permiso del padre de las niñas e intentaba que manteniendo este régimen de visitas él le diera el permiso para volver a su país de origen. "La Fiscalía tiene que actuar de oficio porque una mujer por este tipo de amenaza puede actuar así. Un maltratador nunca es un buen padre y tienen que ser las instituciones las que intervenga", concluye.