Una noche de pesadilla

El menor y Miguel beben y consumen diversas sustancias estupefacientes. Marta prefiere mantenerse al margen. Carcaño intenta besar a la joven pero ésta le rechaza. Él no acepta la negativa, se enfurece, entra en cólera y le propina a Marta un brutal puñetazo en la boca, que la deja paralizada. A la agresión se une el Cuco con más golpes y patadas. Marta queda prácticamente inconsciente, momento que aprovechan para traslasdarla al dormitorio para violarla.

A pesar de la paliza, la joven intenta resistirse así que el Cuco usa una navaja tipo mariposa, la coloca en el cuello de Marta para amenzarla y continuar con su atrocidad. Luego, mientras Miguel la inmoviliza, el Cuco coge la alargadera eléctrica del suelo, rodea varias veces el cuello de la joven con el cable, se coloca a su espalda y tira con fuerza hasta axfisiarla. Carcaño es quien comprueba que no tiene pulso con un tensiometro y junto al menor cubren el cadáver.

Es en este momento cuando ambos buscan ayuda para deshacerse del cuerpo y de las pruebas. Sería entonces cuando entran en acción el resto de acusados: el amigo, Samuel. El hermano mayor de Carcaño, Francisco Javier, y la pareja de éste, María García. Utilizan una silla de ruedas para trasladar a Marta fuera del piso. Hasta un vecino ve a Miguel la madrugada de ese 24 de enero en el pasillo del edificio con un carrito de personas discapacitadas. Para llevar el cuerpo hacia un destino aun desconocido, una de las posibilidades, el coche de la madre del Cuco, analizado exhaustivamente por los investigadores.

Tiran la navaja a una alcantarilla frente a la casa, la alargadera a una papelera, y limpian en profuncidad el piso. Pero no logran eliminar todas las evidencias. La Policía Científica halla adn del Cuco junto a los restos de sangre de Marta en la colcha, en el escritorio y en una silla del dormitorio. Huellas en una botella de ron que presuntamente Miguel y el Cuco consumieron antes de violar a la joven. O restos de ADN de Marta en la silla de ruedas.