Inquiokupación

Miguel está desesperado por un inquiokupa que dejó de pagarle hace un año: "Tiene un cargo muy importante en Extremadura"

Desde mayo de 2023, el inquilino no le paga a Miguel la mensualidad de 1.000 euros. Ya son 17.000 euros los que debe a este propietario de 82 años. El casero ha puesto una denuncia y espera que la justicia le eche de su casa cuanto antes.

En marzo de 2023, Miguel, el dueño del piso, hizo un contrato de alquiler por cinco años a su inquilino. Un piso de 70 metros cuadrados, una habitación, en uno de los barrios de Madrid con el metro cuadrado más caro. Según el propietario, todo estaba en regla: “presentó un contrato laboral indefinido, las nóminas reflejaban que podía pagar los 1.000 euros de alquiler mensuales, todo estaba en orden”. Pero al tercer mes de contrato, en mayo de 2023, el inquilino avisó al propietario de que tenía problemas personales y se marchaba de vuelta a vivir a Badajoz: “me dijo que se marchaba del piso porque volvía a su ciudad, pero que primero tenía que encontrar una casa en Badajoz”.

"Solo pagó los tres primeros meses"

Este mensaje, tal y como hemos podido comprobar en Espejo Público, fue el argumento principal del inquilino durante semanas: “me decía que no encontraba casa en Badajoz, que no podía pagar el alquiler de la casa de Madrid porque tenía problemas personales”. Miguel estuvo meses intentando ponerse en contacto con el inquilino, pero este no le cogía nunca el teléfono: “cuando le llamaba me escribía para decirme que no le llamara, que solo le mandara mensajes”. Desde mayo de 2023 hasta noviembre estuvo alargando su salida de la casa: “en los mensajes me decía que le habían despedido, que no tenía dinero, que estaba con ansiedad… siempre algo distinto. Me decía que me pagaría todo lo que me debía, pero nunca lo hizo”.

"Me debe 17.000 euros"

En abril de este año, el dueño del piso se hartó y puso una denuncia contra su inquilino: “tras meses sin saber de él, desde noviembre no me contestaba a nada, decidí denunciarle y confiar en la justicia para que me devuelvan mi piso”. Desde entonces, Miguel no ha sabido nada del supuesto inquiokupa, no le contesta ni a llamadas ni a mensajes: “me debe ya 17.000 euros y el agua de todos estos meses. La luz la puso a su nombre y la paga él”. En casero ha explicado a las cámaras de Espejo Público que cuando le hizo el contrato de alquiler, nada le hizo sospechar: “vi que tenía un cargo importante en Extremadura y eso me hizo confiar más en él”.