Investigación

Mercedes Martín, portavoz de la Guardia Civil, asegura que la casa de Colmenar Viejo "presentaba una suciedad tremenda"

"Tuvimos mucha dificultad para andar por la casa por el síndrome de Diógenes que presentaba", afirma la portavoz de la Guardia Civil.

Horrorizados quedaron los agentes de la Guardia Civil cuando se personaron en la bautizada "Casa de los horrores" el pasado 29 de marzo. "Había una dificultad tremenda para poder caminar por los habitáculos de la casa", afirma Mercedes Martín, portavoz de la Guardia Civil que lleva el caso.

Tras una denuncia por presuntos malos tratos a una de los menores, se abre una investigación judicial y es en el marco de ésta cuando se detiene a la pareja en la localidad madrileña de Colmenar Viejo.

"Cuando surge el más mínimo indicio que se están produciendo esos malos tratos se pone en conocimiento de la titular del juzgado, que ordena la inmediata entrada y registro en el domicilio", explica Martín. El equipo de Policía Judicial confirmó "una grave situación de desamparo y de violencia doméstica", presuntamente por el padre de los menores, que es médico en un hospital madrileño.

Según los agentes, únicamente podía utilizarse uno de los baños de la casa ya que "el otro estaba lleno de enseres y medicamentos". En cuanto a la cocina, describen que "presentaba una suciedad tremenda, platos sucios, el microondas prácticamente inutilizable, lleno de suciedad, de restos".

"Las cosas ocurrían de puertas para adentro"

Una de las cosas que cosas que más sorprendió a los agentes durante el registro en la vivienda es que encontraron una gran cantidad de material médico. Aunque no se puede acreditar la procedencia, el padre de los pequeños que ejerce como profesional de la medicina está siendo investigado por un delito de hurto.

"Una vez una niña intentó como tirarse por la ventana" afirma uno de los vecinos

Según los vecinos de la zona, los niños pasaban muchas horas solos, encerrados en una habitación o fuera, en el patio. "Hace unos días quemaron la valla que da al exterior de la vivienda", relatan algunos vecinos.

La pareja de 44 y 45 años de edad, padres de los ocho menores, ha quedado en libertad bajo medidas cautelares. Se les ha retirado la patria potestad de los mismos, además de tener una orden de alejamiento. Los niños han quedado ingresados en un centro de primera acogida.