Puente Baltimore
María pasaba por el puente derrumbado en Baltimore a diario: "Se empiezan a sentir los efectos"
María es una ciudadana mexicana que vive a dos kilómetros del puente derrumbado en Baltimore y, como otras miles de personas, lo cruzaba diariamente en su rutina para ir y volver de trabajar.
La madrugada del martes, el barco carguero 'Dali', con bandera de Singapur y capacidad para unos diez mil contenedores, partía con destino a Sri Lanka después de haber llegado a Estados Unidos el pasado día 13 de marzo, procedente de China totalmente cargado.
Cuando no había transcurrido ni una hora de su partida, el buque se desviaba de su ruta, dirigiéndose directamente hacia uno de los pilares de sustentación principales del puente de Baltimore, contra el que colisionaba con una fuerza tremenda, que colapsaba tras el impacto de la embarcación.
Arteria fundamental en la costa este
El puente Francis Scott Key era una de las principales vías de comunicación de la ciudad de Baltimore, adquiriendo mayor importancia por su proximidad al puerto y al centro de la metrópoli norteamericana. Por esto era utilizado diariamente por miles de personas en sus desplazamientos habituales, así como por cientos de camiones de transporte de mercancías.
Es el caso de María Jaime, habitante de Baltimore. Su vivienda se encuentra a escasos 2 kilómetros del ya inexistente puente, que cruzaba a diario. La mujer cuenta que la última vez que atravesó la estructura fue la tarde previa al incidente, al terminar su jornada laboral. Recuerda cómo fueron los momentos en que se enteró del derrumbe y de qué manera va a afectar a su vida y a la de muchas familias.
Además esa vía, similar a la M-40 de Madrid, o la Ronda Litoral de Barcelona, ahora cortada en parte suponía una carretera crucial en el transporte de EEUU, ya que por ella pasaban numerosas mercancías camino a otros lugares de la costa oriental del país, como Nueva York o Maryland.
"Se empiezan a sentir los efectos"
María narra que la noche del lunes al martes "fue impresionante. Recibimos mensajes en la madrugada de si habíamos escuchado algo por la cercanía al puente. Estamos bien pero se empiezan a sentir los efectos en el tránsito. En definitiva era una importante vía de transporte para nosotros".
El trastorno para muchos habitantes de la ciudad como María es enorme dado que, como ella misma explica, este puente era parte de una carretera de circunvalación de la ciudad que "ahorraba entre 15 y 20 minutos" diariamente a la mexicana en su camino de ida a su puesto de trabajo y otros tantos a la vuelta. Añade que aunque existen alternativas como otro puente y un túnel, pero suponen "un cuello de botella", agravado por la nueva situación y que la mayoría de los camiones no podrían circular por el subterráneo.
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Fuerte golpe
Una de las industrias principales en Baltimore es el puerto comercial y las mercancías que mueve diariamente y que según María va sufrir "un impacto muy interesante", que mantiene en vilo a miles de familias cuyo sustento depende del trabajo en ella.