SE ENCARGÓ DE LA NIÑA DURANTE EL VERANO

La madrina de Asunta, pieza clave en el rompecabezas de su muerte

Entre los testigos que acudieron a los juzgados de Santiago para declarar ante el juez Vázquez Taín estaba la madrina de Asunta, una figura fundamental para hacerse una composición de lugar de cómo eran las relaciones entre la pequeña asesinada y sus padres.

Su papel es crucial. Marisel, la madrina de Asunta, conoce a la perfección las relaciones personales en la familia Porto Basterra. Precisamente, en su declaración, el juez Taín indagó sobre la relacion entre la niña asesinada y sus padres. Si se correspondía con la realidad, esa imagen publica de familia bien avenida.

Asunta pasó buena parte del verano a su cuidado. Mientras Rosario Porto estaba hospitalizada en el Clínico de Santiago por varios episodios de ansiedad y atendida por su marido, Marisel se hizo cargo de la niña. Lo hizo en un piso en el mismo edificio de Vilanova de Arousa, donde Rosario Porto heredó otro de sus padres. Según sus allegados, con Marisel la niña era feliz, libre de una relación, al parecer, más tensa con sus padres en los ultimos meses.

Pero la madrina juega también un papel vital el día de su muerte. En torno a las nueve de la noche recibe una llamada de Rosario y Alfonso. La comunicación no deja lugar a dudas, le dicen: "Corre, ven a casa que nos han raptado a la niña". Marisel, que vive cerca del número 31 de la calle Teixeiro, acude de inmediato. Como tiene un juego de llaves entra, pero no encuentra a nadie en el domicilio, pues los padres de Asunta están poniendo la denuncia en comisaría.

A las doce de la noche, Alfonso Basterra acompaña a Marisel de vuelta a su casa. Lo hacen andando. Al despedirse se abraza a ella y le dice un sentido: "La hemos perdido, la hemos perdido". A partir de esa hora, ni Rosario ni Alfonso están acompañados y se especula si Marisel fue usada como una coartada.

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