Los expertos creen que la madre e hija devoradas por sus perros "tuvieron que hacer algo fuera de lo normal a los animales"
La localidad de Colmenar de Oreja (Madrid) se encuentra conmocionada por la muerte de una madre y una hija que fueron devoradas por sus propios perros en su domicilio. Daniel Francisco es adiestrador de perros, asegura que aunque la raza de los perros que cometió la agresión (dogo de burdeos) es considerada peligrosa en algunos círculos no significa que estos canes tengan que ser necesariamente violentos. "No me explico cómo puede haber pasado esto. Puede que las mujeres cogieran algún objeto de valor de los animales que estos defendieran con su vida. La raza no determina el comportamiento del perro, los perros no nacen malos, se hacen malos", señala. Los animales han sido trasladados a un centro de acogida tras la agresión.