La desgarradora historia del huérfano de ETA que conmovió a Grande Marlaska: "Me tengo que reconstruir todos los días"

Cuando tenía tres años y medio un comando de ETA asesinó a su padre. Desde entonces su vida quedo desgarrada para siempre. Aún hoy, a sus 38 años, José Miguel Cedillo se tiene que recomponer cada día de su vida. Ahora tiene dos hijos de tres años medio, la misma edad que el tenía cuando asesinaron a su padre. "Cada vez que me dicen papá siento un vacío por dentro desgarrador. Pienso en todo lo que yo tuve que vivir con esa edad", lamenta.

El recién nombrado ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, le llamó por teléfono después de que Cedillo publicara una carta abierta dirigida a él. "Desde hace 6 años que empezó esto la sociedad me está mostrando un arrope brutal", señala. Solicita que se le reconozca su condición de víctima. "Pedimos dignidad, justicia y reparación".

A día de hoy el Estado le ofrece una pensión de incapacidad permanente que él rechaza. Se emociona al hablar de su madre, enferma de cáncer. "Ella me ha ayudado a tirar para adelante, a ser quién soy, pero llega un momento en que no puedes más y dices basta", confiesa.